Por un momento no supo cómo reaccionar. Se quedó allí parado, mirando al moreno sin moverse, con el cuerpo temblando por todo lo que sentía, tantas emociones revueltas le habían bloqueado.
Morgan miró al genio soltando una pequeña risa divertida por aquella escena.
Le causaba ternura ver su cara de sorpresa-incredulidad-felicidad.El agente negó con la cabeza y avanzó hasta él para acortar la distancia entre ambos y estrecharle entre sus brazos.
Spencer fue tomando consciencia de que aquello era real, por el tacto, aroma y sensación que transmitía el gesto.Poco a poco, se atrevió a abrazarle como solía hacerlo antes: recargando la barbilla en su hombro y enrollando sus brazos en la cadera del moreno. Aspiró su perfume y sonrió nostálgico al descubrir que Morgan seguía usando la misma chaqueta de cuero negro.
El moreno enredó sus dedos, después de tanto tiempo, en el cabello del chico, sonriendo por ello.
No supieron cuánto tiempo pasaron así, abrazados en medio del pasillo de la casa de Reid; simplemente disfrutaban de la compañía del otro.
Y después...
Derek se separó un poco, lo suficiente para ver a Spencer a los ojos. El muchacho le devolvió la mirada y sus mejillas no tardaron en ponerse rojas al notar que estaban tan cerca que sus narices rozaban.
El moreno sonrió de lado, y Reid pudo jurar que él también estaba ligeramente sonrojado.
Morgan bajó la mirada a los labios del doctor y luego volvió a subirla a sus ojos, pero Spencer se dio cuenta de ello; el corazón de Reid dio un enorme salto dentro de su pecho, palpitaba tan fuerte que pensaba que podía notarse si te quedabas viendo su camisa.
Tragó saliva y se agarró fuertemente del agente cuando sintió sus piernas temblar.
Y finalmente...Derek sonrió, miró al chico de la misma forma en la que le había mirado momento atrás y unió sus labios cerrando los ojos.
Spencer le imitó.
Al principio sólo fue eso: la unión de sus labios, pero conforme pasaron los segundos, Morgan comenzó a besarle de verdad.
No era la primera vez que Reid besaba a alguien, pero besar a Derek Morgan era algo completamente diferente, por lo que intentado controlar sus nervios le respondió torpemente a su pareja.
El moreno sonrió sobre los labios de Spencer al notar la dificultad con la que le respondía, pero lo único que le importó fue eso: obtener respuesta. Por lo que, colocando las manos en las caderas del genio, le besó como si fuera algo que había esperado tanto.
Y es que sí, lo había esperado.
A café. A eso sabía Spencer.
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Everything I didn't say
FanfictionMorgan se ha ido a vivir a Chicago con su familia. Su vida transcurre normal, hasta que un día recibe un sobre en el buzón de su casa, con una nota pegada que decía "Toda mi vida he estado esperando el momento adecuado para decirte lo que siento". S...