Se les quedó mirando por un rato mientras estaban distraídas; tenía una mano en la barbilla y la otra dentro de la bolsa de su pantalón. Pensaba y se reprendía por hacerlo, porque eran tonterías para él que no podía sacar de su cabeza.
Y es que sus cuñadas estaban frente a él, conversando con Hotch. Y ellas tenían al lado a su cuñado, aunque ninguna de las dos lo sabía y posiblemente no lo sabrían nunca (a menos que la relación de Derek y él se volviera algo más serio).
Verlas allí le daba a Spencer mucho qué pensar.
Cómo reaccionarían si se enteraran? Que dirían? La relación de ellas y Derek terminaría mal? Puede la familia ser tan cruel con los de su propia sangre?
Sí. Sabía las respuestas, o al menos las que tenían más probabilidad de ser dichas de acuerdo a la actitud de las hermanas y sus creencias.
Suspiró cerrando los ojos por un momento en el que Hotch le dirigió una mirada de soslayo.
-Las balas perforaron el chaleco antibalas.- comentó Sarah, la mayor, con un toque de sarcasmo.- Eso suena ilógico.-
Se veía molesta por aquella "negligencia" laboral.
-Los chalecos están hechos de varias capas de fibras laminadas o de tejido sintético y protegen a la persona que lo usa de proyectiles disparados por armas de fuego.- explicó Spencer tomando la palabra y atrayendo la atención del jefe y las mujeres.- Sin embargo, protegen hasta cierto punto porque no son impenetrables debido a la gran variedad de calibres que existen.- terminó suspirando.
Desireé se llevó las manos a la cara tomando aire.
-Ingresaron cinco balas a su organismo.- dijo Hotch continuando la explicación de los hechos.- Pero no en el mismo lugar, se empujaron unas con otras.-
Spencer ya había escuchado todo eso de una manera más directa y científica, sin embargo, la piel se le volvió a erizar por el miedo que sintió de repente.
-Repartiéndose por su organismo.-
La menor de las hermanas ahogó un sollozo cubriéndose la boca con las manos.
-Las balas no perforaron ningún órgano y fueron extraídas sin ninguna complicación.-
-Y cómo está Derek?.- preguntó Sarah, que había palidecido y dejado de fruncir el ceño. Ahora sus ojos se veían desorbitados y ensombrecidos.
-Está estable...-
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Everything I didn't say
FanfictionMorgan se ha ido a vivir a Chicago con su familia. Su vida transcurre normal, hasta que un día recibe un sobre en el buzón de su casa, con una nota pegada que decía "Toda mi vida he estado esperando el momento adecuado para decirte lo que siento". S...