Everything I didn't say

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Fue un gran alivio que J.J. no volviera a hacer más preguntas de ese tipo otra vez. Pero aunque ella hubiera dejado ese tema en el olvido, cierta (otra) rubia de lentes y ropa extravagante comenzó a sospechar algo.

Aunque ella no era perfiladora, comenzó a hacer su propia investigación secreta. Ella notaba a Derek diferente: más vigorizado, sonriente e incluso hablador; algo que no hacía con mucha frecuencia y mucho menos cuando se presentaba un caso difícil que le causaba estrés.

Sólo podía significar dos cosas:

1.- Había decidido que García sería su ejemplo de vida.

2.- Había encontrado pareja.

Penélope desechó con dolor la primera opción, un tipo rudo como Derek no tomaba esa decisión cuando su trabajo le exigía un carácter serio y fuerte. Sólo había una cosa que hacía cambiar a las personas inevitablemente: el amor.

Frunció el ceño al imaginar al moreno con alguna chica. Bueno, no es que no  lo hubiera visto así (perdió la cuenta) pero es que no estaba segura de si quería ver a su mejor amigo con una persona a la que ella no había aprobado aún. No todas eran dignas de estar con Derek Morgan y Penélope quería lo mejor para él.

Tomó su libretita de apuntes y tras echar una ojeada hacia la puerta de su santuario y darse cuenta de que nadie le veía, comenzó a anotar:

Investigación Cupido García.

Observaciones: Derek se ve muy sonriente últimamente. No ha fruncido tanto el ceño como antes. Está más relajado. Su trabajo no se ha visto afectado por su comportamiento.

-García.-

La chica saltó por la sorpresa en su propio asiento y rápidamente, con manos torpes, guardó la libreta en su escritorio e hizo como si revisara otros papeles. Se impulsó con los pies para girarse en la silla aún estando sentada.

-Ya está todo preparado para presentar el caso.- concluyó él.

Era Hotch. La rubia pasó las manos por su cabello regulando su respiración y asintió con la cabeza.

-Oh sí. Ya voy.- respondió.- Respecto a la lista...sólo era una lista de compras que tengo que hacer...nada fuera de lo común.-

El jefe le miró frunciendo un poco el ceño.

-Yo nunca mencioné una lista.-

Penélope abrió los ojos sorprendida y parpadeó; entreabrió la boca para hablar pero ninguna palabra salió de ella.

Una fugaz sonrisa divertida cruzó el rostro de su jefe, pero desapareció tan rápido como llegó.

-Sí...lo sé...la lista...que no mencionó...-tartamudeó la chica.

Aaron sólo negó con la cabeza.

-Vamos.- ordenó antes de salir.

-Sí...señor.-

García bajó el tono de su voz  buscando ésta vez su tableta entre todos los juguetitos que tenía en su mesa de trabajo.

-Es mejor que hagas esto en casa.- se dijo.- Si es que no quieres que nadie se entere de la investigación, Cupido García.-

Se sonrió a sí misma tomando el aparato rectangular entre sus manos.

-El deber llama.-

Cerró la puerta al salir.