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-Equipo.- todos miraron a Hotch, interrumpiendo sus conversaciones.- Hicieron un trabajo excelente como siempre.-

Todos asintieron con la cabeza, sonriendo de lado.

-Tómense el resto del día libre. Mañana los espero en la unidad a las diez de la mañana, a menos que se presente un caso antes.-

Obtuvo la misma repuesta por parte de todos. El jefe hizo una leve inclinación con la cabeza: "Perfecto".

Se volvió y libró el pequeño pasillo del jet hasta llegar al asiento más retirado de los demás, los agentes ya no tenían trabajo pero él aún tenía que llenar muchos papeles.

Spencer soltó un suspiro mientras se acomodaba en el asiento que daba a la ventana. Buscó en su maleta el libro que comenzó a leer cuando Morgan se fue y que no había podido continuar por que el agente ocupaba todos sus pensamientos. Abrió la página en la que se había quedado y sonrió por inercia al recordar todo lo que había pasado en ese lapso de tiempo.

J.J. se sentó frente a él poniendo una taza de café recién hecho cerca suyo.

El genio al ver aquél gesto sonrió mirando a su amiga antes de volver los ojos a la lectura.

-Sé que odias que te interrumpan...-

Reid volvió a posar la vista en su compañera y negó con la cabeza, restándole importancia.

-No te preocupes.- le dijo y cerró el libro, poniéndolo en la mesa y tomando entre sus manos la taza humeante.- Qué pasó?.-

Sorbió un poco de café mientras esperaba a que la rubia comenzara a hablar. Los ojos azules de ella paseaban por la mesa como si no supiera como comenzar.

El genio se relamió los labios para quitarse el café y esperó pacientemente. El delicioso aroma de su bebida le despertó el hambre.

-Spence...- tomó aire y luego lo expulsó en un sonoro suspiro.- Cómo has estado?.-

El chico supo desde un inicio por su comportamiento que algo no andaba bien. Frunció ligeramente el ceño, y se encogió de hombros.

-Estoy bien.- respondió.- Si hablas en cuanto a salud...sabes que no me he enfermado en mucho tiempo.-

Jennifer asintió con la cabeza.

Mientras la agente guardaba silencio, el doctor le analizaba intentando intuir lo que pasaba por su mente.

-Es bonito volver a trabajar con la familia completa otra vez.- le miró a los ojos.- Es decir, Derek está de nuevo aquí, ahora estamos todos juntos de nuevo...-

-Sí...- murmuró un poco incómodo por aquello.

No pudo evitarlo pero su corazón comenzó a latir más rápido de lo normal; intentó alejar los nervios para que no le delataran pero los probables resultados que habían arrojado los rápidos "análisis" que le hizo a su amiga le alarmaron.

Nadie más que Derek y él podían saber que eran pareja, y no era porque no tuvieran confianza con el equipo para decirles la verdad, si no porque una de las reglas del trabajo era que estaban estrictamente prohibidas las relaciones entre los compañeros de unidad. Si Strauss (la directora superior) se llegase a enterar de lo que sucedía entre ellos dos...

Se le erizó la piel momentaneamente por pensar en ello.

-Todo a vuelto a la normalidad.- concluyó.

Bebió un poco más de su taza antes de volver a tomar el libro.

-Sí, bueno, García está muy feliz por ello.-

-Es de esperarse.- comentó con normalidad.- Es su mejor amiga.-

-Lo sé.- sonrió.- Yo también estoy feliz. Y tú?...-

-Yo estoy bien.- respondió frunciendo el ceño.- Sabes? J.J., no entiendo a dónde quieres llegar con estas preguntas que giran alrededor de Morgan.-

La chica bajó la mirada un momento negando con la cabeza.

-Lo siento.- respondió.- No era mi intención incomodarte.-

-No te preocupes.- le dijo.- Sólo no comprendo.-

-Simplemente quería asegurarme de que...estuvieras bien. Tu actitud y aspecto cambió bastante desde que llegó Derek otra vez...-

-Era de esperarse, no? Tú más que nadie sabes que ya he perdido a muchas personas...- guardó silencio tragando.- Perder a mi mejor amigo fue como..."la gota que derramó el vaso". Pero estoy bien, siempre lo estuve.-

Después de eso, volvió la mirada a su libro dejando claro a la chica que no quería hablar más de ese tema. Jennifer comprendió enseguida, soltó un suspiro por lo incómodo que se había vuelto el momento y se levantó para cambiar de asiento, ahora junto a Emily Prentiss, con la que comenzó a entablar una agradable conversación.

Morgan, acomodado cerca del genio sonrió mientras le miraba sin que él se diera cuenta, dedicándole en silencio la canción que estaba escuchando con sus audifonos puestos.












Después de tanto tiempo, Spencer pudo terminar el libro que había dejado incompleto desde hace mucho tiempo atrás.


Everything I didn't sayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora