28

602 76 15
                                    

Esa mañana, el cielo tenía un aspecto triste; las nubes tapizaban las alturas, impidiendo el paso de los rayos del sol y causando un ligero frío, que lograba hacerte tiritar. Por eso mismo, la gente había salido a la calle con ropa de invierno y con paraguas en la mano, por si al cielo se le ocurría llorar dentro de unas horas.


Spencer observó fijamente una figura humana, tapada con una capucha negra que llegaba hasta el suelo; un par de manos esqueleticas salían de los huecos de las mangas y también emitía una risa chillona y demente, que brotaba de la área donde debía encontrarse su rostro. Un niño muy pequeño pasó cerca de aquél muñeco, que formaba parte del adorno de una pastelería, justo cuando éste gritaba horripilantemente. El pequeño soltó soltó un alarido, antes de fruncir los labios en un puchero y ponerse a llorar.


Aquella escena le recordó a Spencer el verdadero significado del Halloween, que era más escalofriante que aquél adorno viviente.


-Henry me llamó por la mañana.- comentó JJ, atrayendo su atención.


El taxista que los llevaba a su destino soltó una maldición, cuando un auto la arrebasó y se pasó el alto.


-Está muy emocionado por Halloween.- continuó ella.- No creo que pueda dormir ésta noche.-


Spencer esbozó una sonrisa.


-Cuál va a ser su disfraz este año?.- preguntó, con curiosidad.

-Capitán América.- respondió, con  una risita.- Will se encargó de comprarle un escudo hace unos días. Se ha convertido en su juguete favorito.-


El genio asintió con la cabeza, recordando aquella vez cuando el pequeño se disfrazó de su perfilador favorito de la U.A.C.: el Doctor Spencer Reid.

Ese día se había sentido muy honorado y feliz cuando le vio.


El chico soltó un suspiro con melancolía, antes de regresar a la conversación.


-Cómo está Will?.- se interesó, recordando que su abuelo había fallecido semanas antes.


-Está bien.- respondió la rubia.- Lo ha tomado con tranquilidad, aunque sé que aveces se siente deprimido. Nadie nunca está preparado para decirle adiós a un ser querido.- sus ojos se oscurecieron momentáneamente. Suspiró.- Dice que cuidar de Henry le ha ayudado a no pensar en ello.-


Reid asintió con la cabeza, apretando los labios.


-Es un gran padre.- comentó con sinceridad.


La rubia le miró sonriendo de lado, afirmando aquello con los ojos.

Everything I didn't sayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora