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Las manos comenzaron a sudarle mientras jugaba con sus propios dedos, a pesar de que sus ojos estaban fijos en la pantalla en realidad su mente estaba en otro lugar.

Su corazón latía rápidamente en su pecho causando que se le agitara la respiración. Se removió incómodo en su sitio del sillón, intentando que Derek no moviera el brazo de sus hombros.

Pero es que lo sabía. Lo presentía. Era como ese sexto sentido que todos tenemos que nos indica que algo se aproxima. Un hormigueo le recorrió el cuerpo y soltó un suspiro nervioso.

Aquella actitud causó que Derek volviera la mirada hacia él.

--Todo bien? Niño bonito.-- preguntó.-- Sabes que no tienes que ver la película.--

El genio negó con la cabeza tomando aire.

--Estoy bien.-- respondió y es que era verdad.

Estaba bien, sólo un poco nervioso.

--Seguro?.-- insistió.-- No te ves muy tranquilo. Si quieres dejamos ésto y vamos a la cocina por un café.--

Volvió a negar, rechazando la oferta, no tenía hambre.

--No te preocupes, estoy bien.-- repitió.-- De verdad.--

Volvió la mirada hacia la de Derek y sonrió con sinceridad. Observó con atención aquellos ojos cafés, sin darse cuenta que estaban tan cerca que sus respiraciones se combinaban.

El moreno le miró de vuelta e imitó su sonrisa, provocando que sus ojos sonrieran con él.

Morgan bajó la mirada unos segundos a sus labios, como siempre solía hacer. El corazón de Reid dio un vuelco. Después los volvió a subir y ensanchando la sonrisa, acortó la distancia entre ellos.


Sus labios se movieron al compás, mientras se escuchaban las voces de los personajes de la película en el fondo. El agente posó la mano en la cadera del chico, mientras éste dejaba descansar la mano en el hombro del moreno.

El beso se alargó más de lo esperado, agitando la respiración de ambos.

Morgan fue el primero en separarse un poco, sólo para ver al menor a los ojos.

Estuvo un rato en silencio mientras se miraban mutuamente, y cuando logró recuperar la respiración habló, causando una descarga electrica y emocional en Reid.

--¿Estás seguro de esto?.--

Sabía a lo que se refería. El corazón del genio dio un latido fuertemente, haciendo que de sus labios escapara un jadeo nervioso apenas perceptible. Sus mejillas se encendieron hasta llegar al rojo vivo.

Mirando los ojos de Derek, tomó aire y se armó de valor para responder.

--Sí. Lo estoy.--

Morgan sonrió de lado. Se inclinó hacia él y besó su frente, antes de incorporarse y tenderle la mano a Spencer.

El chico miró la palma del moreno y dudó un poco por la misma razón de siempre, sin embargo, juntó todos sus miedos y teorías y las encerró, por un momento, en el lugar más lejano que encontró.

Everything I didn't sayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora