BAD TYPE HOPEV

La realidad de Tae parte 2

Narra Tae.

-Me voy-escupí las palabras y me levante. Tome mis cosas y mire a Jhope-No me hables por favor. 

-¿Qué no te hable?-su expresión representaba confusión, pero sin duda nada le preocupaba. 

-Si, no me hables, no me busques por ningún sentido, no pienses que si me llamas iré a tu casa y seré tu puta-me acomode la mochila bien al hombro. 

-Solo fue una cosa de una noche-espeto restando importancia a todo el asunto.

-Exacto, por eso déjame en paz. 

No espere una respuesta, solo le dí la espalda y camine hacía la salida. Estaba cansado, lidiar con algo así hacía que la fatiga te consumiera. 

No pude creer que tuve el valor de decirle eso, y a tiempo, antes de que me gustara más, antes de que las cosas se salieran de mis manos. Diablos... Me sentía valiente. 

Pero luego recordé que a quien le acabo de decir todo eso es a la persona más influyente en la universidad. 

Eso creo.

Cuando iba caminando por el pasillo, Jimin fue corriendo tras de mi. 

-¡Tae!

Gire entonces y lo salude. 

-¿Qué?

-¿A dónde vas tan temprano?-inquirió extrañado.

-Hoy no había mucho que hacer es todo-suspire, de hecho me sentía algo mal. 

Mi amigo me miro con gentileza y luego estiro una mano hacía mi cuello, me acomodo la chaqueta cerrandola más.

-Así esta bien-dijo por ultimo-bien te veo luego. 

Ok eso fue extraño.  

Regrese a casa, y cuando llegue le llame a Jimin para que viniera a mi casa, últimamente me he sentido muy mal. He querido contarle toda la verdad pero me da vergüenza. 

Estaba a punto de decirle todo hace un rato pero estábamos en la escuela y no sentía muy seguro estando en la misma área que Jung. 

Maldito.

No se porque siempre que digo su nombre me siento enojado y frustrado. Sera porque me sigue doliendo un poco mi orgullo de que no le importara en lo absoluto en solo acostarse conmigo. Porque siento que me trato como un objeto. 

Me doy pena. 

Cuando llego Jimin, mi padre le dijo que subiera a mi habitación que es donde lo estaba esperando, me encontraba sentado en mi escritorio, la ventana estaba a un lado y esta era la única portadora de luz en mi oscura cueva. 

Tocaron la puerta y la mire con ojos somnolientos. 

-Pase-indique. 

Jimin entro y encendió la luz eso hizo que el nuevo brillo me cegara un poco. 

-Hola-saludo Jimin sonriendo-¿Qué haces casi a oscuras?

Suspire. Le iba a decir todo. 

Él se sentó en mi cama mirándome divertido, preguntándose porque lo habría llamado. Y es que cundo lo hice parecía que le iba a decir algo realmente importante. 

-Jimin-dije muy serio-tengo que confesarte algo. 

Mi voz no sonaba en serio, sonaba como si le estuviera haciendo una broma. Mi amigo sonrió levemente. 

-Deberías dormir más-me aconsejo-te ves muy mal-arrugo la nariz y miro por la ventana-¿Por qué no cierras las cortinas? La ventana es enorme, podrían verte cambiar.