Este es el primer trío que escribo *muy nerviosa* espero les guste, trabajé mucho en ello y a pesar de todo no me siento 100% satisfecha.
Bueno, los dejo con tres personas...
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Era el tercer piso de un edificio en la parte más trendy del cotizado barrio de Belair. Carecía de portero y la entrada era una minimalista puerta de cristal, sin embargo por el sector en que se encontraba sería impensable algún tipo de crimen e incluso el alcalde de la ciudad tenía una hermosa casa con un jardín gigante en la zona.
Enzo Baladi prendió las luces de su departamento, un espacio funcional y moderno en tonos blanco y gris, con algunos toques caprichosos de color brillante como verde limón en algún cojín, un cuadro con tonos anaranjados intensos, la barra del desayunador en un rosa ácido.
Era bastante luminoso y chic, lo había decorado centímetro a centímetro, con un gusto impecable.
Eran de notar las pequeñas estatuas de cerámica roja por toda la casa de cuerpos humanos en diferentes posturas eróticas que formaban parte de una serie hecha un artista amigo suyo llamado Rémi que ahora estaba en boga.
No necesitaba vivir en una mansión, vivía con estilo suficiente. Aunque si lograra subir sus cifras en Muggen... quién sabe.
Baladi siempre había sido un tipo afortunado en la vida, incluso en sus más crudas crisis había salido logrado adelante con gracia. Había demostrado que no le importaba perder los privilegios que una familia de élite con tal de obtener su libertad y en pocos años había logrado un nivel de vida casi igual al que había sido criado. Era alguien joven y exitoso. Y no era arrogancia, trabajaba duro y merecía lo mejor que pudiera tener, en todos los aspectos.
Esa noche había traído a su casa a dos hombres, lo había sugerido casi por impulso, pero estaba seguro que iba a pasarla bien.
- En un segundo vuelvo, siéntanse en casa y con eso me refiero... a lo más cómodos que puedan- les dijo yendo a la cocina.
Una vez dentro sacó un vaso grande de cristal y lo llenó en el lavabo. Se sirvió hielos de la puerta de su refrigerador y tras darle un par de vueltas dio un gran trago. Eso le quitaría de la boca la acidez del vino y enfriaría sus ideas.
- ¿Sigues haciendo lo del vaso de agua?
El alemán estaba apoyado sobre el marco de la ventana. Había aflojado el nudo de su corbata y como casi siempre, en su boca danzaba una sonrisa irónica.
Esa noche Köhler se estaba portando terrible y parecía disfrutarlo.
- Siempre he creído que es buena idea escuchar al cuerpo y en algunas ocasiones pide un gran vaso de agua helada.
- Conque escuchar al cuerpo... -repitió el otro caminando hacia él.
Aguardó a saber que haría. Fue tomado por la cadera por sus enormes manos que lo llevaron contra la pared con firmeza pero sin llegar a la rudeza, lo suficientemente estudiado para no dar razón a un reclamo.
Cuando chocó contra el muro, las ollas con la que hacía comida italiana sonaron como campanas.
- Rein, ¿no puedes esperar a salir de la cocina?
- Dime la verdad- dijo de pronto con un semblante inesperadamente serio- te lo he preguntado antes pero quiero que ahora me lo digas en serio. ¿Quieres esto?
Baladi cortó aquella mirada dirigiéndola a un punto invisible entre la cafetera de expresos y la wafflera. Estaba demasiado cerca de Köhler. Sentía el calor de su cuerpo muy intenso como si fuera un horno abierto.
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AFFAIR
FanfictionEl apuesto hombre de traje que Kyan Novak conoció esa noche le atrajo de inmediato. Él sería perfecto para calentar sus sábanas y hacerle olvidar a quien le había roto el corazón. ¿Cómo esperar que ese affair de una noche se convertiría en algo má...