AFFAIR

CAPÍTULO 42: LA EX ASISTENTE

Mira mamá! Actualizando pronto! XD

Este capi se lo dedico enteramente a Yasnitacr por alegrar mis días con sus reviews!

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La última semana del año siempre era la más extraña.

En días normales el edificio rebosaría gente, aunque las oficinas de Muggen ocupaban una buena parte del mismo, el resto del inmueble también albergaba despachos, consultorías, agencias y demás empresas que habían elegido estar en un lugar privilegiado de la zona de negocios. Además, dada la zona concurrida en que se encontraba, usualmente había olas de visitantes con sus gafetes digitales colgando de sus cuellos bullendo por doquier.

En hora pico el tomar un elevador podría tardar minutos valiosos por lo que pese a que trabajaba en el piso cuatro, a veces Novak corría por las escaleras de emergencia aunque llegara a su destino un poco agitado. Aquello representaba un momento privado y en soledad lleno de adrenalina y segundos sólo suyos que disfrutaba quizá demasiado.

El día anterior Joseph Kinen, el ejecutivo con el que siempre terminaba compitiendo por resultados, había cerrado el último trato del año de manera escandalosamente obvia, invitando champaña a todo el piso y alardeando como un pavo real.

Era obvio que cualquier siguiente gran movimiento financiero se daría a inicios de enero, por lo que su vida laboral se encontraba como todos los años en un limbo, en que los sonidos de la amplitud de su oficina que normalmente se ocultaban tras el ruido general, salían profundos para inundar el ambiente con la espera.

Extrañaba su ritmo normal, necesitaba de la actividad y la emoción, por lo que como siempre que tenía un momento libre en la oficina (que usualmente no era mucho) aprovechaba para descargar sus energías en el gimnasio que Muggen sabiamente ofrecía a sus empleados. Era el lugar perfecto para descargar estrés y él mismo se hubiera vuelto loco encerrado esos días en su oficina sin hacer mucho.

Esa mañana había recibido como todos los días que habían seguido del 25, una cínica llamada del arquitecto y para no variar, la ignoró como todas las anteriores. Ahora se encontraba corriendo en la caminadora en su máxima inclinación, trabajando en su resistencia, hacía rato el calor que invadía sus músculos se había tornado del dolor de los primeros 25 minutos en una deliciosa anestesia. Y ni qué decir de la satisfacción de estar haciendo algo positivo para el mismo entre toda la autodestrucción en que había estado envuelto las semanas anteriores.

Gran parte de su día se había dado a revisar los documentos que la constructora LD le había hecho llegar a través de su nuevo contacto, Andrew Kelly. Este joven arquitecto no sólo le había demostrado saber mantener perfectamente los límites profesionales de los privados, sino que era amable y eficiente.

Anteriormente, había checado la demás papelería que aunque ya sabía no quedaba ningún pendiente en ellas, invertía aquel tiempo sobrante para mantener todas sus cuentas en orden y actualizadas tanto en físico como en su cabeza.

Miró su velocidad, mantenía una constante que no había esperado. Inicialmente había buscado completar sólo 20 minutos, pero dado que su dispositivo bluetooth que tenía enlazado a la ahora solitaria oficina no le había requerido volver al escritorio, había decidido seguirse de largo y probablemente terminaría 70 minutos.

No creía que nadie fuera a echarlo de menos, de hecho, muchos de sus compañeros de trabajo no habían ido desde el lunes, Bianca Gilson había salido fuera de la ciudad y era poco probable que volviera en esos días. Lo mismo con dos de los asistentes, la recepcionista más antigua y algunos más.