Perdón la demora, estoy administrando muy mal mi tiempo y ando siempre a prisas. Pero no quiero ser una autora irresponsable así que pondré orden en mi vida esta semana... casi casi lo prometo... XD
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Olaf Lundgren era un hombre excéntrico, desde joven lo había sido. Siempre se había considerado un amante absoluto del arte y la expresión humana. Se consideraba un humanista, ¿qué no el diablo mismo lo era al fin y al cabo?
La mente era el complejo lugar donde las ideas se creaban, aquella era la razón por la cual había optado por estudiar psiquiatría en lugar de arte. Quizás era por eso que siempre se había sentido un poco fuera de lugar entre artistas de profesión, pero no por eso renunciaba a formar parte de lo que ocurría en el ambiente, era un mecenas bien conectado entre talentos jóvenes y un galerista reconocido.
Porque era inteligente y no se conformaría con menos, porque era tan obstinado como manipulador y no descansaba hasta obtener lo que quería. Y quería a Sylvane.
Le había deseado desde la primera vez que le había puesto los ojos encima.
Lundgren se encontraba en sesión con un paciente en su consultorio en Londres cuando ella apareció. La joven miró a su alrededor, interrumpiendo el relato de su paciente, literalmente ella aparecía como una presencia en esa habitación.
Fue fascinante ver a una criatura como ella.
Y se dijo que capturaría su belleza y su fragilidad en un lugar contrastante, un sitio obscuro y siniestro que resaltara el halo angelical de esa joven, porque al fin y al cabo, ella provenía de un lugar muy sombrío, ¿o no?
No había esperado que alguien le pidiera destruirla y mucho menos él, aunque en cierta forma... debía haberlo anticipado.
Olaf daba una lenta calada a su puro dominicano de Aging Room mientras su espalda descansaba en su silla favorita de diseño interiorista. Se encontraban en su galería, Vinnart, en el taller del fondo. Un hombre estaba envuelto en cuero negro, dejando de lado su personalidad de Mika y volviéndose simplemente M. La verdad es que Olaf había descubierto que ambas personalidades hacía tiempo se habían fundido en una sola y resultaba interesante también que mientras realizaba sus sesiones observando al sujeto principal, pudiera también ver como ese serbio poco a poco se iba perdiendo en el placer del dolor y la humillación.
Miraba a M frente a una hermosa silla hecha de puro metal, llena de cadenas y amarres en que tenían sujetos a una chica.
La cámara montada en el trípode llevaba grabando en total 3 horas, de las cuales por lo menos una había sido de forcejeos furiosos y llanto mudo, en que Sylvane se había abierto la piel de las muñecas, el cuello y los tobillos, donde la piel más delicada ahora sangraba irritada al ser amarrada. Pero la fuerza se le había ido finalmente y ahora apenas si se movía.
- Siempre en silencio. Me haces sentir como un mal anfitrión. ¿Será que no aprecias la hospitalidad que me pidió tu hermano tuviera para ti?
Los labios de Sylvane aún estaban húmedos, hacía algunos minutos M por órdenes suyas le había hecho beber cuatro litros de agua de golpe, jadeaba aun sintiendo la sensación de ahogo con que le había torturado momentos atrás.
Toda su persona estaba empapada, su vestido semi transparente color piel se le pegaba a su figura, sus cabellos sedoso color chocolate ahora estaba adherido a sus hombros desnudos.
Ya no oponía nada de resistencia a lo que pasaba.
- Alza la cabeza.
Tuvo que repetir la instrucción para obtener su obediencia.
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AFFAIR
FanfictionEl apuesto hombre de traje que Kyan Novak conoció esa noche le atrajo de inmediato. Él sería perfecto para calentar sus sábanas y hacerle olvidar a quien le había roto el corazón. ¿Cómo esperar que ese affair de una noche se convertiría en algo má...