CAPÍTULO 21: DESAYUNO EN HOLLERECH

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Un agradecimiento enorme a dominguezst26 por todos los lindos votos que le ha dado a Affair! Me has emocionado mucho!

Ando actualizando las dos historias que publico actualmente en Wattpad (Affair y Mundo de Medianoche) ya que andaré fuera y no me será posible hacerlo hasta dentro de dos semanas.

¡Qué tengan felices vacaciones! ¡Y gracias por leer!

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Había hecho una serie extra en su intensa rutina de ejercicios esa mañana. Después de todo... tenía una cierta energía acumulada que no había alcanzado a sacar del todo la noche anterior.

La actividad física diaria era un hábito que había adquirido hacía más de dos décadas y que le ayudaba a empezar el día, le gustaba la sensación única de bienestar que le ofrecía a su cuerpo y obviamente le ayudaba a mantenerse no sólo en forma, sino con un muy buen físico.

Nunca había negado el hecho de ser un tanto vanidoso, le gustaba darse mantenimiento regular y aunque en muchos aspectos de su vida tenía una filosofía relajada, en su salud era bastante afanado, quizá la única obvia excepción fuera su amor por el whiskey.

Pero el desayuno de ese día, a diferencia de cualquier otro en que se preparaba algo alto en proteínas, correría a cargo del restaurante del hotel en que vivía. Había quedado de verse en ese lugar con Victoria la noche anterior al despedirse de ella en la exposición del Vinnart.

El recepcionista cuyo nombre no leyó en su gafete, le dio la bienvenida, indicándole que su acompañante ya lo aguardaba en una mesa. Entró a un extenso salón decorado en colores cálidos, de manteles largos, cortinas sedosas y candelabros de cristal.

Eran casi las diez de la mañana y Victoria lucía hermosa como siempre. Se había recogido su cabello profundamente negro y brillante en un chongo elevado que acentuaba sus pronunciados pómulos y vestía de rosa pálido que contrastaba con su piel morena. En la mesa de al lado, el pequeño niño de rizos negros escuchaba atentamente a un hombre que pacientemente le leía algo en francés.

La saludó y no le permitió ponerse de pie, fue brevemente con Josú para decirle hola.

- Él es su nuevo tutor- le explicó ella- pensé que debería tomar sus clases en casa pero afortunadamente es lo suficientemente flexible para ir a donde vaya. No quiero que Josú la pase encerrado- explicó.

- Encerrado en un castillo con bosque no suena tan mal- bromeó él, poniéndose la servilleta en el regazo.

Köhler llevaba un atuendo deportivo quizá un tanto informal. Incluso para ella era algo inusual verlo vestido así.

- Luces cansado- le dijo su adorable economista en son de broma.

El alemán sonrió y sin poder evitarlo le respondió:

- Tú también.

Ella hizo una mueca de desacuerdo muy poco creíble.

- Eso no se le dice a una dama, Rein.

Tras una risa del otro, obtuvo una disculpa.

- Lo sé, excúsame, debería estar de mejor humor supongo.

El mesero le entregó al recién llegado el menú y él lo ojeó sin mucho interés.

El elegante restaurante en la planta baja donde se encontraban tenía buffet a esa hora, sus clientes eran en su mayoría extranjeros diplomáticos viviendo provisionalmente en Luxemburgo o gente de negocios en la zona, por lo que la comida era esmeradamente buena y lógicamente, costosa. No podía esperarse menos dada la clientela que el hotel Hollerech que atendía.

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