CAPÍTULO 25: TRAGOS DE NEGOCIOS

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Disculpen por la tardanza! Creo que por respeto a ustedes no voy a hacerles perder el tiempo con justificaciones de porqué he perdido el ritmo de las actualizaciones, pero me comprometo a no dejar pasar tanto tiempo sin subir nuevos capis!

Como siempre gracias por leer y como siempre, lo animo a que comenten qué opinan de esta historia!

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- Debo admitir que una vez más me has impresionado. Y creo que sabes que no es fácil impresionarme- dijo Roger Miller mientras prendía un puro.

Le ofreció uno a Kyan que aceptó. El sabor del tabaco era bastante intenso, hacía unos meses había dejado de fumar y el gusto quizá se le había ido, no dudaba que ese habano fuera bastante fino, aun así... deseó tirarlo por la ventana.

Ante el cambio de opinión de Lascurain respecto a unírseles a los tragos de negocios, el CEO se había ofrecido a llevar al asesor financiero del proyecto al bar donde irían todos los presentes de la reunión en su limousine privada. Aquella invitación llevaba una mirada clara y muy fija que simplemente le dio a entender que no sería buena idea rechazar.

Roger había llamado a su vez a varios autos de la compañía para llevar a quien quisiera a su destino. Daniel por supuesto, no había aceptado y aseguró que los vería ahí.

No pudo evitar pensar en la posibilidad de que su trasero guallen no apareciera en el Zaphyr, después de todo no parecía haber estado nada feliz con la idea con pasar el más corto de los tiempos con la persona que ahora Novak tenía en frente. Pero ante la obvia duda en su rostro, el arquitecto le había dicho, "te prometo que iré, nunca fallo a mi palabra" y él optaba por creerle, o mejor dicho, no tenía más opción.

Sin embargo, el hecho de que Miller lo llevara por su cuenta era extraño y Kyan se preguntaba si había algún motivo para eso. Sea como fuere, estaba a punto de averiguarlo.

- Sé que Daniel y tú han trabajado juntos y el resultado es más que satisfactorio, he de decir.

- Me alegra escuchar eso, su opinión es muy importante para mí.

Aunque lo decía en serio, fue consciente de lo estereotipado que sonaba. Después de todo, ¿qué se supone que le dijera a su jefe?

- Lamento haberte hecho pedirle que nos acompañara- le dijo mirándolo con seriedad. Parecía decirlo en serio, con sus ojos azules muy duros contra su rostro bronceado.

Roger Miller era un hombre poderoso y con carisma. Si Kyan jugaba adecuadamente sus cartas en Muggen, quizás algún día lograría emular todos sus logros y se sentaría en la mesa directiva o mejor aún, precedería su propia compañía.

- Seguramente no te ha sido sencillo hacerlo cambiar de opinión- agregó- dios sabe que puede ser un gran terco.

Iba a aceptar eso, pero aprovechó para preguntarle algo que segundos después de pronunciar supo que era una indiscreción.

- Parece ser muy cercano a usted.

¿Por qué lo había hecho? No se trataba de un error de cálculo y resultaba sin duda algo totalmente inadecuado y nada nada propio de él. ¿Era tanto su propio morbo?

El otro aunque no pareció tomarlo a mal, tardó en contestar.

- Hubo una época en que él y yo efectivamente éramos muy cercanos.

La mente del asesor comenzó a revolucionarse intentando interpretar correctamente lo que eso querría decir. Una idea absurda se formaba en su cabeza. ¿Y si ellos dos habían tenido una relación?

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