14. el chico del lavado.

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Llegamos a la casa de Milo donde el dragón vigilaba desde el techo de ésta, lo saludamos y entramos por la ventana de su cuarto, aun Estaba dormido...era de esperarse, era fin de semana...ya eran las seis de la mañana y ese men se levanta a medio día. xD

Entramos lentamente sin causar ningún ruido, yo le dije al hombre que me acompañaba que esperara mientras yo hacia algo. Y fue hací, él se quedo esperando hablando con el dragón afuera, mientras yo iba a despertar a Milo como siempre me lo había pedido.

Me acerqué a su cama y acariciando su cabello dije.
—buenos días Milo.—bese su mejilla.

—buenos....— volteo a verme y luego abrió sus ojos como platos.— ¡hija de pu...qué verga haces aquí?—se sento rápidamente en la cama.

—shh que despertadas a alguien pendejo.— me acerque a él tapándole la boca con mi mano derecha. Sin querer termine arriba de él con mis rodillas a costados de su torso, mi rostro cerca del suyo, mi mano libre en su abdomen...era de esperarse que se pusiera nervioso.

—¿q-qué...—me miro a los ojos.—un momento...—acarició su mejilla.—tu...tu cumpliste mi sueño.

—así es.

Parecía que aun no se diera cuenta de quien quien soy, su cuarto estaba demasiado oscuro, muy apenas había encontrado su cama sin caerme o chocar con algo.

Se tapó rápidamente su pecho con la colcha de su cama y se sonroja.—wey, estoy semi desnudo, me da pena.

Igual de mamón que siempre.

—anda, no es la primera vez que te veo así.—dije entre risas.

—espera...tu...tu eres...—sus ojos se cristalizaron y me abrazo fuertemente.—¡dios...dios...no puede ser cierto! Dime que no es un sueño, dime que en realidad estas conmigo.

Lo bese.—estoy contigo baboso.— dije de nuevo entre risas.— siempre lo he estado.—bese su frente.

—¡dios! ¡dios! ¡estas de vuelta!.— me tomo de la mejilla y junto nuestros labios en un tierno beso el cual duro buen rato.

Ese beso fue el más mágico que había tenido con él, jamás olvidare ese encuentro con Milo...jamás...

Milo me abrazó, dejandome poder tocar su suave, marcado, y calientito torso con ese abrazo que hizo que mi playera se levantara un poco.

No pude evitar ponerme toda roja con tal tacto...se sentía tan bien...

—te extrañe demasiado mi estúpido lolicon...— dije tapandome la cara con su hombro.

—yo más maldita fujoshi, mi maldita fujoshi...

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Hola....pues...en realidad no tengo ánimos de platicarles algo....

De hecho la única razón que me quedaba de seguir escribiendo...se ira por un tiempo....pero no importa, salsita seguirá escribiendo como siempre...porque quizá sea lo mejor...y porque le encanta el libro....por eso seguiré hasta el final...solo esperemos que no sea eterno y regrese.

Cuidence.

—hoy no habrá firma—

51 chocolates de Danielle.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora