27.

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Un llanto se hizo presente. Mi bebé. Mi pequeña. La enfermera la puso en mis brazos y pude verle la carita. Era realmente bonita. Otra enfermera me la quitó y la llevó a revisarla y limpiarla mientras que a mi me limpiaban también. Una vez me limpiaron me llevaron a una habitación donde podría descansar. Estaba agotada. Ethan no se separaba de mi lado. La puerta de la habitación dejando ver a Emma y a mi padre. Detrás de ellos todos mis amigos. Sonreí.

-¿Cómo estás?.- Me preguntó mi padre mientras depositaba un beso en mi cabeza.

-Agotada.-

-¿Y la pequeña?.- Me preguntó Fer.

-La están limpiando, después me la traen.- Sonreí.

Necesitaba dormir. Y muy a mi pesar desde este momento eso era algo que iba a resultar complicado. Pero no me importaba. Tenía a mi hija en mis brazos. No podía pedir mas. Un novio atento, una familia buena, unos amigos geniales  y una pequeña princesita que iba a iluminar mis días. Mis amigos dejaron las flores que trajeron y se despidieron para dejarme descansar. Mi padre y Emma se quedaron un rato mas. Y Ethan. Bueno, Ethan no se separaba de mi lado. Era un amor.

La puerta se abrió dejando a ver a una joven enfermera con mi niña en brazos. Se acercó a mi y las puso en mis brazos.

-Está sana y no tiene problemas, pero se tiene que quedar unos días ya que ha nacido antes de tiempo y tenemos que ver como va evolucionando.- Me informó y con una sonrisa se fue.

Hope. Que bonita eres mi niña. Sonreí tocando sus manitas. Miré a Ethan quien estaba emocionado.

-¿Quieres coger a tu hija?.- Le pregunté y este asintió feliz. La puse en sus brazos y a este se le escapó unas lágrimas.

-Eres la niña mas bonita del mundo.- Le susurró pero le oímos.

La estuvo meciendo un rato y la dejó en la cuna ya que se quedó dormida. Ethan se sentó en el sofá a mi lado y me cogió de la mano. Nuestros padres se fueron después de ver a la pequeña y nosotros caímos rendidos. Estábamos agotados.

(...)

Al fin estábamos en nuestra casa. Una semana después nos dieron el alta y aquí nos encontramos frente a nuestra casa. Con la niña en brazos y Ethan cargado con el macuto y algunos bolsas de compra que Emma y mi padre nos trajeron para no tener que ir con la niña tan pequeña ya que Ethan estará por las mañanas en la universidad. Emma vendría todas las mañanas a ayudarme con la pequeña. Sinceramente estaba nerviosa ya que es la primera vez y no quiero que le pase nada a mi niña.

Entramos y fui a la parte de arriba para dejar a la bebé en su cuna ya que estaba dormida. Conecté su walkie talkie y bajé para conectar el otro y así poder enterarnos de cuando llora. Ayudé a Ethan a guardar la comida y nos fuimos al salón a tumbarnos en el sofá. Puso la televisión y una película divertida empezaba. Nos dispusimos a verla. Dos horas después miré la hora y era la 13:00 del mediodía y tenía hambre. Nos levantamos a hacer de comer cuando la niña comenzó a llorar. Subí las escaleras con rapidez pero cuidadosamente y entré a su habitación para cogerla. Le di el pecho, la puse para que eructara y la mecí para que volviera a quedar dormida. Una vez se quedó dormida la volví a tumbar en la cuna y bajé para seguir ayudando a Ehtan quien ya habia puesto la mesa y la comida en esta. Me esperaba sentado con una sonrisa.

-Vaya, si que te has esmerado.- Hable mientras pasaba por su lado y dejaba un beso en su cara.

-Para ti siempre lo mejor.- Me sonríe de una manera especial, diferente.

-¿Ocurre algo?- Pregunto algo confundida.

-Nada.- Me sonríe y me hace un gesto para que coma.

Mi insoportable hermanastro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora