Mi insoportable hermanastro.

1.

-¡No!- Grité

-No me grites Nikki.- Me ordenó mi padre

-Es que no me lo puedo creer, solo ha pasado un año, ¡un maldito año! ¿tan rápido te has olvidado de mamá?- Grité enojada.

-No seas injusta, yo nunca me voy a olvidar a tu madre, pero he conocido a Emma y quiero intentarlo con ella.- Replicó triste.

-Lo siento.- Me disculpé.

Mi madre murió hace un año, solo un año y yo lo único que no quiero es que se olvide de ella, era la mujer de mi vida, mi mejor amiga, mi confidente, todo se lo contaba a ella y ahora no está.. no está por mi culpa, nunca me lo voy a perdonar, pero mi padre a conocido a otra mujer y yo no soy nadie para prohibirle nada, el se merece ser feliz, pero es que ha pasado tan poco tiempo que me duele, lo único que espero es que esta mujer lo trate como se merece.

-Tranquila hija, te entiendo, pero recuerda esto, nunca, óyeme bien, nunca voy a olvidarme de tu madre, la quise muchísimo, la amé y Emma no está ocupando su lugar, solo intento seguir con mi vida y que podamos vivir en paz.- 

-Eso es fácil para ti ya que tu no fuiste el causante de su muerte.-

-Tú tampoco lo fuiste Nikki, no te eches la culpa porque tu no tuviste la culpa de que tu madre muriera, tenlo claro.- Me abrazó.

-Te quiero papá.- Lo abracé mas fuerte.

-Yo también te quiero hija.- Me besó la frente. 

-Bueno, ¿y cuando viene Emma?-  Le pregunté.

-Esta noche viene a cenar para conocerte.- Contestó entusiasmado.

Me alegraba mucho por mi padre, de verdad que si, pero siento que traiciono a mi madre hablando con Emma o tan solo pensar en ella, pero mi padre era feliz y yo lo estaba por él, tenía que actuar con normalidad porque conociéndome no quería soltar alguna burrada delante de Emma.

-Ah vale.- Le sonreí.

-Es a las 21:00 pm.-

-Vale, a esa hora estoy lista.- Le di un beso en la mejila y me fui a mi habitación.

Solo seis horas para conocer a la nueva pareja de mi padre. -pensé.- Me tumbé en la cama boca arriba mirando el techo cuando el móvil sonó, miré quien me llamaba y era mi mejor amigo Fernando, pero yo le digo Fer, así que le contesté.

-Hola cariño.- Lo saludé.

-Hola amor, ¿qué hacías?- Me preguntó.

-Pues nada, aburrida en mi habitación, ¿vienes y hablamos?- Le pregunté contenta.

-Claro, ya voy, tardo diez minutos.- Me contestó y colgó.

Volví a soltar el móvil en la mesita de noche y me volví a tumbar mientras esperaba a que mi amigo llegara. A Fer lo conozco desde que tengo uso de razón, siempre lo he tenido en las mismas clases, parecía que lo hacían aposta, ya que hemos estado siempre juntos, siempre ha estado cuando mas lo he necesitado y el día que mi madre murió se quedó conmigo toda la noche, es un amigo leal y es al único que le cuento todo sin preocuparme porque se que el nunca me va a traicionar, con él soy realmente yo y no me juzga, eso no significa que cuando hago las cosas mal no me las diga, al revés, es un auténtico bruto a la hora de ser sincero, pero me gusta y por eso nos llevamos tan bien. Habían pasado los diez minutos y llamaron a la puerta, era él, así que bajé la escaleras pegando pequeños saltitos, fui a la puerta y abrí, ahí estaba él con su sonrisa, no importa lo mal que esté nunca borra esa preciosa sonrisa, lo abracé y lo hice pasar.

-Hola Fer, ¿cómo te va?.- Lo saludó mi padre con una sonrisa. 

Él sabe que Fer es mi mejor amigo, es mi hermano, el hermano que nunca tuve.