30.

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Narra Ethan:

Esto estaba siendo una tortura. Los médicos entraron a quirófano con ella y aún no han dicho nada. De eso hace dos horas. Nos encontrábamos todos en la sala de hospital. Y a todos me refiero a todos. Mi familia y la suya. Estábamos preocupados y el padre de Nikki no paraba de llorar. Nunca había visto a su padre así y me partía el alma. Estaba tan destrozado como yo.

Algunos hombres y mujeres salían de la sala a prisa y no decían nada. Eso angustiaba mucho mas.

-Necesito el desfibrilador.- Gritó un hombre y eso hizo que me pusiera en pie.

Comencé a caminar nervioso de un lado a otro. Una mano en el hombro me detuvo. Era mi madre. Con mi hija en sus brazos. Un sollozo salió mi garganta.

-Va a estar bien, hay que tener fe.- Asiento y cojo a Hope. Me siento en mi sitio y espero.

Acuno a mi hija. Lo mas bonito que me ha podido dar Nikki. Dios, por favor que salga de esta y no le pase nada. Una hora mas. Ya van tres y nada. Estoy desesperándome y no aguanto mas la tensión que todos desprendemos. Mi madre se fue hace un rato con mi hija y mi familia a la casa. Nuestros amigos también se han ido a descansar. Emily y Clara tienen que descansar. Me encontraba con el padre de Nikki, quien el pobre no daba mas de si.

-¿Familiares de Nicole Miller?- La voz grave de un hombre nos alertó y nos levantamos de inmediato.

-Nosotros- Dijimos los dos a la vez.

-Veréis, ha perdido mucha sangre y la operación a sido complicada ya que la bala estaba complicada para sacar y ha sufrido un paro cardíaco.- Hizo una breve pausa en la que creí volverme loco. -Todo ha acabado bien, está descansando en la habitación.-

-¿Podemos entrar a verla?- Pregunté desesperado.

-Por la sedación no va a despertar, mejor venid mañana y podréis verla.-

Asentimos y vimos al hombre irse. Nos miramos y nos dimos un abrazo de alivio. Avisamos a los demás que se pusieron muy contentos al saber la noticia. Al saber que no podíamos nos fuimos a casa para darnos una ducha y dormir un rato.

Al entrar en la casa mi familia vino a abrazarme y darme su apoyo. Decidieron esperar a que volviera para poder despedirse de mi. Volvían a Londres. Me daba mucha pena pero lo entendía. Ya los invitaría cuando pasara el tiempo y me casara con Nikki.

Subí a la habitación que compartía con el amor de mi vida y me di una ducha rápida y refrescante antes de dormirme. Cogí a Hope de la cuna que lloraba. Le di su biberón y después de hacerla eructar la tumbé de lado en su pequeña cuna. La acerqué a la cama y me tumbé sin dejar de pensar en mi hermosa prometida.

Al día siguiente después de desayunar salimos junto a mi hija, mi madre y mi suegro y nos dirigimos al hospital a ver a Nikki. Al entrar subimos al ascensor y llegamos a la planta. Caminamos hasta llegar a su habitación y entramos. Una enfermera miraba en el monitor para ver si todo estaba bien.

-Buenos días.- Saludó con una sonrisa y cuando se alejó pude ver a Nikki mirándonos con los ojos llorosos.

Me acerqué a ella con los ojos llorosos y la abracé con cuidado de no lastimarla a ella ni a nuestra hija. Esta soltó un sollozo y la besé en los labios. Un pequeño pero casto beso. La enfermera salió hace un poco y no siquiera me había dado cuenta. Mi madre y su padre la abrazaron y nos quedamos con ella mientras acunaba a nuestra hija entre sus brazos. No había nada mas bonito para mi que verlas a ellas juntas. Amaba a Nikki y amaba a Hope. Son lo mas bonito que me ha podido pasar en la vida.

A la hora aproximadamente nuestros amigos llegaron. Le dieron ramos de flores y algunas cartas. Después de besos y abrazos decidieron irse para no agobiarla. Tenía que estar unos días para que la herida cicatrice.

(...)

Me encontraba con Nikki entre mis brazos. Le dieron el alta ayer y ahora nos encontramos en el sofá viendo una película con nuestra hija en medio de nosotros dormida. Nikki se encontraba un poco débil pero bien. Al menos eso me decía ella. Con un beso en su frente me levanto para ir al baño. En menos de cinco minutos volví al salón y no vi a Nikki. Fui al salón y la pequeña tampoco estaba así que supuse que la había llevado arriba a dormir. Subí y exactamente es lo que pensé. Hope dormía en su cuna mientras que Nikki se encontraba en la cama totalmente estirada.

-¿Te encuentras bien?- Le pregunté preocupado.

-Mejor que nunca.- Me sonrió y con esa sonrisa sentí mi cuerpo estremecerse.

Nikki era mi vida. Sin ella no tendría sentido. La amaba en todos los sentidos posibles en los que se puede amar a una persona. Ella es lo mejor que me ha pasado y pienso estar a su lado hasta mi ultimo aliento.

Se puso a horcajadas sobre mi y me besó los labios con intensidad. Un gemido ronco salió de mis labios y con cuidado di la vuelta con ella quedando yo encima suya. La besé en el cuello. Quité su camiseta con cuidado y desabroché el sujetador dejando sus deliciosos pechos descubiertos. Sus manos me recorrieron la espalda haciéndome gruñir de placer. Admirándola tomé uno de sus pecho entre mis labios y disfruté mientras lo saboreaba. Mi camiseta salió disparada a algún lado de la habitación. Mis pantalones los quitó con delicadeza y mis boxers salieron detrás de este. Mis manos bajaron por sus caderas hasta llegar al borde de sus bragas. Las bajé lentamente deleitándome con el cuerpo de mi preciosa prometida. 

Subí de nuevo a sus labios mientras acariciaba su feminidad. Introduje mi dedo en ella y arqueó su espalda.

-Te amo.- Me dijo entre jadeos.

-Te amo más mi amor.-

La besé con desesperación. Nunca me cansaría de sus besos. Sus caricias. Nunca me cansaría de ella. Me coloqué entre sus piernas y mirándonos a los ojos me introduje en ella con lentitud. Un gemido ronco salió de su garganta. La besé mientras entraba y salía de ella. Mirando sus ojos me sentí lleno. Mientras ella arañaba mi espalda la embestía con mas rapidez. Su cuerpo contrayéndose y su gemido tapado por mi boca me avisaron que ya había llegado al clímax. Segundos después llegué al mío y jadeando me tumbé sobre ella con delicadeza.

-Eres lo mejor que me ha pasado en la vida Nikki.- Le susurré y noté como sus vellos se erizaban.

-Te amo con mi vida Ethan.- Y con un fugaz pero sincero beso caímos rendidos por el cansancio.

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Hola, holaaaaa! Muy buenas amores míos.

Aquí tenéis el capítulo 30. Ha sido muy especial para mi pues así sabéis lo que Ethan siente. Espero que os guste y lo disfrutéis.

Deciros que mañana empiezo en un nuevo trabajo y no voy a tener tiempo de escribir entre el trabajo y los estudios. Así que lo mas probable es que sola pueda subir los sábados.

Todo dicho chic@s. Espero que tengáis paciencia. Nos volveremos a leer el sábado.

Mil besitos linduras. Tened bonito día. ♥

Mi insoportable hermanastro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora