Mi insoportable hermanastro.

19.

El despertador sonó y con los chicos nos despertamos. Era las 6:00 de la mañana ya que a las 7:00 salía el vuelo para París. Me estiré en la cama y saludé a Ethan con un pequeño pero casto beso en los labios.

-Buenos días.- Le sonreí.

-Buenos días preciosa.-

-Que empalagosos de buena mañana.- Se burló Fer.

-Envidioso.- Le saqué la lengua y me levanté para ir al baño. 

Me di una ducha rápida y salí en vuelta en una toalla.

-Oye, oye, un poco de por favor, no salgas así delante de estos dos.-

-Por favor, ¿enserio?.- Alzó una ceja Fer. -No me gusta Nikki.- Puso cara de asco.

-Muchas gracias, ¿tan espantosa soy?.-

-No, pero eres chica.- Se dio la vuelta y salió de la habitación. 

-Bueno, daros vida, a las 7:00 tenemos que estar en el aeropuerto.- Hablé y Thomas se fue a se fue al baño primero.

Me vestí bajo la dulce mirada de mi novio. Me puse unos pantalones vaqueros cortos, una camiseta blanca de tirantes con dos diamantes dibujados en el centro y mis converses blancas. Thomas salió con una toalla enrollada en su cintura y entró Ethan a darse una ducha. Yo mientras me peiné el pelo y lo recogí en un moño despeinado pero bonito. Salí de la habitación y bajé a la cocina donde se encontraba Fer ya duchado y vestido.

-Hola.- Le sonreí.

-Hola.- Me devolvió la sonrisa pero estaba claro que fue forzada.

-¿Qué te pasa?.-

-Es por Thomas.-

-¿Qué pasa con Thomas?.-

-No me atrevo a decirle que me gusta, no quiero estropear nuestra amistad por una tontería, además de que le gustan las chicas.-

-A ver Fer, no te voy a decir que te lances porque yo no lo haría, pero tienes que saber que no es una tontería, tu felicidad no es una tontería, así que cuando estés preparado yo voy a estar ahí.-

-Eres la mejor Nikki.- Me abrazó y en ese instante bajaron los chicos.

-Hey, ¿de qué habláis?.-

-De nada.- Abracé a Fer por el hombro y fuimos a la cocina donde Rose estaba preparando unas tortitas con chocolate. -Buenos días nana.- Le di un sonoro beso en su mejilla.

-Buenos días chicos.- Nos dedicó una sonrisa.

Puso en la mesa tostadas, tortitas, cruassanes con chocolates y zumos. Desayunamos y mi padre junto a Emma bajaron.

-Buenos días chicos.- Saludaron los dos.

Mi padre se acercó a mi y me abrazó por detrás. Me dio un beso en la mejilla y me sonrió. Miré la hora y era las 6:30. Me levanté y fui a lavarme los dientes ya que había terminado de desayunar. Volví a la cocina y ya estaban los demás.

-¿Listos?.- Preguntó mi padre.

-Si.- Dijimos todos a la vez.

Salimos de la casa y nos montamos en los coches. En el de mi padre íbamos él, Emma, Fer, Ethan y yo. En el coche de Christian iban Emily, Javi, Clara, Thomas y obviamente Christian que es el conducía. En quince minutos llegamos al aeropuerto. Con los chicos nos acercamos con el pasaporte y la chica del mostrador nos dijo que en diez minutos despegábamos. Volvimos con mi padre y Emma para despedirnos. Nos despedimos y tocó embarcar. Nos metimos en el avión y nos sentamos por parejas. Ethan y yo juntos; Clara con Christian, Javi con Emily y Fer con Thomas. Nos pusimos los cinturones y el avión despegó. Nos lo quitamos y nos quedamos abrazados. Fer se asomó y nosotros lo miramos.

-¿Puedes cambiarme el asiento?.- Miró de reojo a Thomas. -Por favor.- Ethan y yo nos miramos.

-Claro, os dejo aquí.- Me levanté y fui hacia Thomas.

Me senté con él y este me miró.

-¿Qué ha pasado?.- Le pregunté. Este se encogió de hombros.

-No tengo los cojones para decirle que me gusta y prefiero no hablarle, piensa que estoy enfadado con él.-

-Mira Thomas, te entiendo mejor de lo que crees, lo sabes, pero hay una cosa que quiero que sepas, si tu no te atreves a decirle lo que piensas a Fer otro lo hará por ti y te arrepentirás toda la vida si lo pierdes por no haberte declarado.- Le acaricié el brazo. -Sois amigos desde siempre, sabes sus gustos y el los tuyos.-

-Si, y hasta hace poco me gustaban las chicas.- Dijo avergonzado. Sonreí con dulzura.

-Si, pero si te has dado cuenta de que te gusta Fer pues me alegro mucho, y quiero que sepas que cuando estés preparado para decirle lo que sientes por él yo estaré ahí para ti.-

-Gracias Nikki, eres la mejor, gracias por estar siempre ahí.-

-No hay de que.- Deposité un beso en su hombro y me apoyé en el dispuesta a dormir ya que aún quedaban unas horas para llegar a París.

Varias horas mas tarde llegamos a París. Nos bajamos del avión, recogemos nuestro equipaje y nos subimos a dos taxis. En veinte minutos nos dejaron en el hotel. Nos fuimos a recepción después de pagarle a los taxistas y fui a hablar con el recepcionista.

-Hola, ¿qué desean?.-

-Teníamos reserva para dos semanas a nombre Nikki Miller.- El hombre se puso a mirar en el ordenador.

-Si, aquí está.- Nos volvió a mirar. -Sois seis y las habitaciones las ocuparéis de a dos. Esta son las llaves.- Nos tendió las llaves y nosotros después de darle las gracias subimos a nuestras habitaciones.

-Bueno chicos, en diez minutos en recepción para ir a dar una vuelta a conocer París.- Habló Clara.

-Bien, hasta ahora.- Dijo Ethan y cada pareja se metió a su habitación.

A los diez minutos todos estábamos en recepción. Íbamos todos muy veraniegos y claro es pleno verano. Yo me puse una falda rosa chicle, un top blanco con tirantes y unas sandalias blancas; Emily llevaba unos pantalones beige de talle alto, con una camiseta corta blanca junto a unas sandalias camel; y Clara llevaba un vestido azul cielo con flores en tonos rosas y unas sandalias azul. Salimos del hotel y caminamos viendo París. Era preciosa. Vimos una cafetería y decidimos sentarnos a tomarnos algo. Una joven se acercó a nosotros a pedirnos nota. Le pedimos tres batidos de chocolate con nata y una bola de helado. Los chicos pidieron un granizado. La chica se fue y nosotros nos pusimos a hablar. Estaba sentada en medio de Ethan y Thomas y una chica se acercó a Thomas.

-Hola.- Saludó con una sonrisa.

-Hola.- Saludó confundido.

-Mi amiga quiere saber si le quieres dar tu número para quedar un día.- Nosotros nos quedamos todos asombrados. Thomas miró a Fer y luego a mi, que me lanzó una mirada de ayuda.

-Dile a tu amiga que no está disponible.- Hablé yo y todos se quedaron confundidos.

-¿Eres su novia?.-

-Si, ahora largo de aquí.- La chica se fue y Thomas me lo agradeció con la mirada.

Después de eso nos tomamos lo que pedimos y volvimos al hotel. Una vez allí fuimos a comer, comimos y decidimos ir a las piscinas.

-Esta complicado lo de Fer y Thomas ¿no?.- Me preguntó Ethan mientras depositaba un beso en mi frente.

-Eso parece.- Dije algo triste.

-No te preocupes, ya verás como al final terminan juntos.-

-Eso espero, al menos quiero que sean felices, se lo merecen.- Ethan asintió y nos pusimos nuestros bañadores.

Estaba un poco pensativa por Fer y Thomas, son mis mejores amigos y no podía quedarme sin hacer nada viendo como uno lo pasa mal por el otro y viceversa. No se el que, pero algo iba a hacer.