29.

8.3K 371 17
                                    

5 meses mas tarde.

El día de la boda llegó. Estaba nerviosa. No. Estaba atacada de los nervios. Emma estaba conmigo en la habitación de invitados donde tenía todo lo necesario para estar correctamente para este día. Mi día. Nuestro día. El día en que Ethan y yo vamos a decir "Sí, quiero" para pasar el resto de nuestras vidas juntos. Mis amigas querían estar conmigo pero necesitaba que se quedaran con mi hija. Emily ya tenía a su pequeño entre sus brazos por lo que le dije a Clara que se quedara con ella o se volvería loca con los dos pequeños. Clara estaba de siete meses. Estaba deseando que su pequeña saliera. Iba a ser una hermosa niña. Se iba a llamar Christine.

Algunas lágrimas salían de mis ojos. No las controlaba. Ayer fui a visitar a mi madre. Cuanto daría por que fuese ella la que estuviera aquí en estos momentos. Pero si así fuera puede que no estuviera en esta situación. O si pero no con Ethan. De todas maneras la quería aquí conmigo. Me hacía mucha falta. Pensar en que no va a ver crecer a su nieta. No va estar cuando me case. No va a estar para nada. Nunca mas. Y eso me hacía poner demasiado triste. Una madre es muy importante y perderla de un modo tan brusco es doloroso.

-Nikki cariño, se que la echas de menos pero te aseguro que ella te está viendo desde ahí arriba.- Me acarició el brazo y limpió mis lágrimas con sus dedos. -Estoy segura de que va a estar en este día tan especial. A tu lado. Y está orgullosa de la maravillosa persona en que te has convertido.-

-Gracias Emma.- Le sonreí tras las lágrimas. Se ha convertido en alguien muy especial. Es genial que mi padre pueda compartir otra vez ese amor inmenso que tiene para dar y aunque mi madre ya no esté estoy segura que nadie podría haber sido mejor que Emma para él. -Eres muy especial para mi padre y para mi. Agradezco que te tenga a ti. Ha tenido mucha suerte al encontrarte.- Me sinceré.

-Tu padre es un hombre maravilloso Nikki, la suerte la he tenido yo.- Me abrazó y me volvió a limpiar las lágrimas rebeldes que habían vuelto a salir. -Vamos, tenemos que seguir arreglándote para que estés deslumbrante este día.

Me había maquillado y peinado. Un maquillaje sutil pero elegante. Con sombras claras. Un recogido de trenzas elegante. El vestido era realmente precioso. Mi padre y Emma decidieron que querían regalarme el vestido. Que eligiera el que mas me gustara. Y así hice. No era muy caro. Pero si era algo de dinero. El vestido era sencillo. Tenía el escote en forma de corazón y encaje en la parte de arriba amarrada al cuello, de la cintura caía la tela lisa blanca hasta mis pies. Los zapatos también me lo regalaron ellos. Unos tacones blancos de poca altura.

La boda iba a ser en nuestra casa. El jardín trasero era enorme. Además de que no íbamos a ser muchas personas. Solo nosotros. Nuestra familia y amigos. A mi no me quedaba mas familia. Al menos ninguna que quiera saber de nosotros. Desde que mamá murió se distanciaron y no quisieron saber nada mas de nosotros. De mi. Ethan, sin embargo ha invitados a familiares de Londres. Sus tíos de parte de madre. Sus primos y dos amigos cercanos a él con los que no ha perdido el contacto. La puerta sonó. Por lo que supuse que los familiares llegaban.

-Yo voy.- Emma me sonrió y bajó a abrir. Yo aún no estaba vestida.  -¿Quién eres?-

-Soy Jake.- ¿Jake? ¿Qué hace él aquí? El pánico me invadió. -He venido a ver a mi novia.-

-¿Tu novia?- Pude notar la confusión en la voz de Emma. Me armé de valor y bajé a enfrentarlo.

-¿Qué haces en mi casa, Jake?-

-Quería verte.- Fruncí el ceño. ¿Este está idiota?

-No se de que vas, pero quiero que te vayas.- Abrí la puerta. -¡Ahora mismo!.- Le grité.

Lo que logré al gritarle fue que cerrara la puerta de un gran golpe. Emma se notaba preocupada y las chicas salieron del salón con mi hija en brazos.

-¿Esa es nuestra hija?- Preguntó Jake acercándose a la niña. Me puse frente a él con el ceño fruncido y lo empujé

-No Jake, esa es mi hija. Solo mía.-

-No puedes impedirme que la vea.- Se estaba enfadando y temía que pudiera golpearme.

-Claro que puedo, no es tuya.- Lo que temía sucedió. Un golpe en mi cara hizo caerme al suelo. Me levanté con rapidez. -Iros.- Las tres se fueron con mi hija y yo me quedé con Jake.

La puerta sonó de nuevo. Le hice un gesto a Jake para abrir y se hizo a un lado. Cuando abrí había una familia. La familia de Ethan.

-Hola, ¿Nikki, verdad?- Habló una mujer alta, morena con los ojos azules.

-Soy yo, pasad.- Les di paso pero Jake se interpuso.

-No, no podéis.- Bufé.

-Jake déjalo ya haz el favor.- Estaba perdiendo la paciencia. Pero no era la única. Él también lo que hizo que me cogiera de los pelos tirándome hacia atrás dejando a mis invitados asombrados y confundidos. -Llamad a la policía.- Por suerte Jake no es enteró porque  no paraba de gritarme.

¿Dónde estaba Ethan? Dios como se de cuenta o se entere le va a dar algo. Como si lo hubiera invocado bajó las escaleras a gran velocidad. Mirando la escena sorprendido.

-¿Qué hace el aquí?- No podía decir nada. Estaba asustada. -¡Contesta zorra!-

-Es hijo de la novia de mi padre, ¿recuerdas?-

-Quiero que se vaya.-

-No puedo hacer eso.- Dije temblorosa. Me soltó pero sacó un arma. Jake estaba desquiciado.

-Claro que puedes, vamos.-

-Ethan vete, por favor.-

-No te voy a dejar sola con este desquiciado.-

-Ya las oído.- Lo fulminé con la mirada.

-Tú cállate.- Volví a mirar a Ethan. -Por favor, no quiero que te pase nada.-

Se acercó rápidamente a mi y me puso detrás de él. Un estruendoso golpe en la puerta nos alarmó a todos. Nos giramos a ver que pasa. Otro. Y otro golpe más. La puerta cayó y hombres con uniforme armados nos apuntaban. Mejor dicho, apuntaban a Jake. Quien me apuntaba a mi.

-Si no estás conmigo, no estarás con nadie.- Un disparo sonó.

Un dolor se me extendió por el cuerpo. El abdomen me ardía y me desplomé al suelo. Otro disparo sonó. Pero yo estaba centrada en la cara de Ethan. Estaba asustado. Preocupado.

-No cierres los ojos cariño, no te duermas.- Oía sus suplicas pero yo estaba cansada. Los ojos se me cerraban solos. No tenía control sobre mi misma en estos momentos.

No quería cerrar los ojos. No quería preocuparlo mas. Pero en pocos segundos la oscuridad llegó a mi y perdí la conciencia.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

MUY BUENAS A TODAS LAS PERSONITAS QUE ME LEÉIS.

Por fin he escrito capítulo!! Bieeeeen. Ya era hora. El capítulo 29 ya está listo para ustedes. Espero que os guste y lo disfrutéis. Ha sido un poco intenso este capítulo pero a mi personalmente me ha gustado.

Mil besitos hermosuras y que tengáis lindo Domingo. ♥♥♥

Mi insoportable hermanastro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora