Capítulo 26: En busca de la muerte

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  ♦ ♦Capítulo 26♦ ♦

EN BUSCA DE LA MUERTE


Cinco horas y media después de haber leído el mensaje, continuábamos caminando a nuestro destino. O mejor dicho, al inicio de nuestro destino.

Venska le había asegurado a Veret que aquella enfermedad se había convertido en una catastrófica plaga. Ya habían muerto más de quince personas, y el número de cadáveres seguía elevándose. El dolor era insoportable, y las fiebres tan altas que los hacían delirar. La piel se les tornaba azul, tan azul como el cielo un día de verano. Los enfermos no podían controlar sus transformaciones, y a menudo cambiaban a su forma lobuna, haciendo más difícil el tratamiento y debilitándose al mismo tiempo.

La epidemia comenzó cuando los tres miembros del clan que supuestamente habían sido asesinados a manos del clan enemigo, aquellos que Caliss mencionó cuando yo le conté sobre los tres cadáveres del bosque, aparecieron sanos y salvos. En el clan ya les habían dado por muertos, y sin embargo, más tarde habían descubierto que no era así. Se trataba de un cautiverio que se alargó durante varios días, y en todo aquel tiempo no habían podido averiguar quiénes eran sus raptores. Tan solo sabían que al menos cinco días después, habían amanecido en el frío suelo del bosque, en el mismo lugar en el que todo se había desvanecido cuando les golpearon y secuestraron.

Ellos regresaron al campamento, informaron a Caliss de los hechos, y continuaron con su vida normal. Todo parecía ir bien, hasta que dos de los supervivientes comenzaron a presentar síntomas de una enfermedad contagiosa. Pronto hubo más, y se descubrió que se extendía mediante el contacto. Los más sabios herbolarios y brujos del clan Lysstyrke comenzaron a investigar sobre la epidemia, y aun así tardaron varios días en descubrir que se trataba de una Modkur hechizada con magia negra. Al parecer, bastaba con envenenar a una persona con aquella planta, y el mismo hechizo se encargaría de traspasar los mismos síntomas a las personas que se pusieran en contacto físico con la primera víctima.

¿La única curación posible? La misma planta. Con algunas hojas de Modkur, se podría preparar un antídoto que salvaría las vidas del clan.

¿El problema? Los miembros del clan Mørke no eran estúpidos. Habían envenenado a sus enemigos con una especie que tan solo crecía en su territorio, prueba evidente de que ellos habían sido los causantes.

Así que ahí estábamos los cuatro. Un guerrero, un noble, el hijo de un capitán, y una princesa. ¿Nuestro destino? El más patético posible. Caminábamos hacia nuestra propia muerte. Era más que sabido que todo esto se trataba de una trampa, pero... ¿qué hacer cuando estás acorralado?

Quise convencer a Veret para que volviera a palacio con Éderick, pero él insistió en quedarse y yo no tenía ni por asomo la certeza de que disfrutaran de mayor seguridad allí que en el territorio del clan enemigo. Al fin y al cabo, Seneth también suponía una amenaza. La mayor de estas, más bien. Sin embargo, en aquel momento, hacernos con las hojas de una Modkur era nuestra prioridad. ¿Cómo íbamos a luchar contra el verdadero enemigo si ni si quiera nuestro ejército estaba en buenas condiciones? Si no reaccionábamos y conseguíamos nuestro objetivo, nada de lo que hiciéramos serviría de ahí en adelante.

— ¿Sabéis que lo más posible es que nos maten, verdad?

Giré la cabeza hacia Éderick. El hombre había acelerado su paso para llegar a mi altura, y caminaba esforzándose por seguir mi ritmo. Pensé que le descubriría mirándome con ojos inquisitivos y rostro preocupado, pero no fue así. Se limitaba a mirar hacia el frente con la cabeza bien alta, sin fijarse en nada más que lo que le esperaba más adelante.

Captura a la reina #WeareWorldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora