Captura a la reina #WeareWorld

Capítulo 30: Una de ellos (Parte 1)

♦ ♦Capítulo 30 ♦ ♦ 

UNA DE ELLOS

Parte 1

Tenía poco tiempo para hablar con ellos, puesto que Kellan había decidido mantener una reunión privada conmigo minutos después. Sabía que en aquellos momentos cada segundo contaba y que debíamos actuar con rapidez, y eso solo lograba incrementar mi nerviosismo y la presión a la que estaba siendo sometida diariamente.

Veret me miraba con preocupación, y yo me mordí el labio, intranquila.

Kellan me había obligado a escoger a una única persona para transmitirle mi decisión respecto al pacto entre clanes, pero habíamos llegado finalmente a un acuerdo: yo podría elegir a un miembro del clan Lysstyrke y a uno de mi reino. De esa manera tendría la oportunidad de organizar tanto lo que tenía pensado para el clan, como para mi familia y súbditos.

Caminé hasta mi amigo y sin saber de dónde saqué las fuerzas, me negué a perder tiempo en los brazos abiertos de Veret que me recibían temblorosos. No teníamos tiempo para apoyo moral. No tenía tiempo para pensar en lo que mi decisión supondría personalmente para mí.

La vida de muchas personas estaba en juego, en mis manos, y la mía no era nada en comparación.

Le agarré de los hombros firmemente, y le obligué a mirarme a los ojos. Sentí un tremendo nudo en la garganta, pero cuando abrí la boca, mi voz sonó autoritaria y resuelta.

—Veret, necesito que te pongas en contacto con Wrestler. Cuéntale todo lo que ha ocurrido: Cuéntale sobre el clan Lysstyrke, sobre nuestra misión, y no omitas detalle. Necesitamos su ayuda, ahora más que nunca. Que prepare tropas, y que espere mis instrucciones. Pero prométeme algo, Veret: hazle jurar que no le cuente nada a vuestro padre.

Veret parecía aún más confundido y preocupado que cuando comencé a hablar sobre su hermano.

— ¿A mi padre? Lys... ¿Por qué...?

—Júramelo—repuse con un nudo en la boca del estómago. Sabía que no estaba bien, de verdad que no quería hacerlo... pero era necesario. Hasta que no supiéramos quién era aquel hombre que se hacía pasar por su padre, y cuál de los dos era el verdadero, no podríamos contar con ninguno, y mucho menos contarle a sus hijos lo que estaba sucediendo en una de las celdas del castillo.

Sin embargo, en la cabeza de mi amigo entendía por qué reinaba la confusión: su padre era el capitán, era muy extraña mi propuesta, y sería muy difícil hacerlo a sus espaldas.

—Lo juro.

Para mi sorpresa, mi amigo fue capaz de mantener a raya su preocupación y nerviosismo, y habló con una seguridad que tan solo él podía transmitirme. Gracias a Dios, Veret era una persona que sabría mantener la compostura y la mente fría en cualquier circunstancia.

— ¿Piensas que nos creerá? —Preguntó con voz neutra.

Asentí con la cabeza.

—También he pensado en eso. Venska te mandaba cartas mediante aquellos pájaros de fuego, ¿no? —él lo confirmó con un gesto afirmativo—. No se me ocurre una manera mejor para demostrarle que la magia negra es real. Si bien y como me explicaste estos se transforman en cenizas cuando el destinatario lee la carta, no tendremos más que esperar a que Wrestler se dé cuenta. Explícale todo con pelos y señales, Veret. Dile que es cuestión de vida o muerte y tu hermano no dudara un mísero instante por ti.

Mi amigo asintió, cohibido. Tenía los ojos brillantes, supongo que por las lágrimas que luchaban por salir. Ambos sabíamos que las muertes eran imposibles de evitar.