Captura a la reina #WeareWorld

Capítulo 12: Conversaciones escurridizas

♦ ♦CAPÍTULO 12♦ ♦

CONVERSACIONES ESCURRIDIZAS

— ¿Cómo ha dicho que se llamaba la chica? —pregunté mientras untaba la mermelada en la tostada.

—Venska—respondió inmediatamente Veret—. ¿Te has fijado en sus ojos? Son de un color verde intenso, pero al mismo tiempo parecen casi naranjas, y además son algo alargados. Parecen los de una de esas enormes panteras sigilosas.

Yo alcé una ceja, y dejé la tostada en el plato mientras que una sonrisa traviesa ocupaba mis labios.

—Parece que no te has disgustado para nada cuando ha entrado sigilosamente por la ventana–dije manteniendo mi postura.

Él frunció el ceño y estrechó los labios, hasta que comprendió en un gesto de sorpresa hacia donde estaba destinada a acabar esta conversación.

— ¿En serio? Tan... ¿tan manejable y estúpido me ves? —preguntó con tono ofendido.

Yo solo reí ante su reacción, y me acerqué hacia su silla. Él me miraba con algo de rencor, como si intentara entrar en mi cabeza para poder parar aquellos pensamientos que la estaban cruzando en aquel momento.

—No te veo estúpido—le dije con una paciencia impropia en mí. Era como si el hecho de que los miembros del clan tuvieran que tener paciencia con mi poco conocimiento sobre su especie, me hiciera sentir empatía por aquellos que necesitaban aquel tiempo para comprender—. Tan solo creo que eres una persona que se encariña fácilmente. Confías demasiado, y resultas ingenuo a simple vista.

—Y tú confías demasiado poco.

—Prefiero pecar de precavida, que de ingenua.

Él suspiró. No era la primera vez que manteníamos esta conversación. Según Veret, él era el optimista de nuestra amistad, mientras que yo era lo contrario.

— ¿Sabes de quién no me fiaría ni aunque me pagarán por ello? –Yo negué con la cabeza, aunque tenía una pequeña idea en mente– De ese tal Drell. No me transmite demasiada confianza que se diga.

—Quizás sea porque su grupo de amigos estuvo a punto de matarte—dije divertida—. Aunque ya ves como todos no son así.

—Sí, ya lo he podido comprobar con Venska—respondió con simpleza Veret. Yo le miré interrogativa, y él bufó—. Y también me refiero con ello a su hermana, la pequeña...

—Hedrid. Se llama Hedrid, y es mi informadora—terminé la frase por él.

— ¿Informadora?

–Se encarga de traerme los libros de la biblioteca y de ponerme al día con los acontecimientos en el clan, así que sí, es mi informadora.

—Entiendo...—murmuró Veret.

Sabiendo que él ya estaba más relajado y había abandonado su actitud a la defensiva, aproveché para hacer lo que llevaba pensando desde hacía un buen tiempo . Me reincorporé sin previo aviso del sofá, y Veret dio un respingo.

— ¿Pues sabes qué? Ayer, Hedrid me contó que hoy había una especie de mercadillo en el clan. Lo llaman Févar o algo así—dije con los ojos brillantes.

Él se reclinó en su silla y suspiró.

—Y como no, la curiosidad te puede.

— ¡Oh, vamos! ¿Cuántas veces has estado en un mercadillo organizado por humanos medio lobos? —pregunté con tono infantil. Él rió y negó con la cabeza— ¿Ves? Por eso mismo debemos ir. Anda, lo pasaremos bien. Te lo prometo.