Capítulo 34: Sospechas y prejuicios

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♦ ♦Capítulo 34 ♦ ♦

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♦ ♦Capítulo 34 ♦ ♦

SOSPECHAS Y PREJUICIOS


Nos llevó el resto del día llegar al clan Lysstyrke.

Dellery se despertó pocas horas después del golpe y trató de clavarme un cuchillo en el cuello, pero entre Genert y Kriger la tranquilizaron (y amenazaron en buena parte), y finalmente dejó el arma a un lado. Eso sí, cada vez que pasaba por mi lado, aprovechaba para empujarme con su cuerpo contra cualquier cosa que tuviera cerca, y yo me hacía la estúpida para no causar más problemas.

Ahora entendía algo mejor su carácter arisco. Si bien no había conocido a su madre tampoco, su padre había sido asesinado cuando ella apenas tenía diez años. Era bastante comprensible que pensara que la vida no había sido justa con ella y que yo merecía sufrir, teniendo en cuenta que en mi sangre circulaba también la de aquellos que habían asesinado a su progenitor. Ahora entendía mejor su posición. Ella sabía algo que yo no, y por eso jugaba con ventaja a la hora de odiarme.

Hice una mueca.

Cada vez que recordaba que me habían ocultado que era parte de ambos clanes, mi estómago se cerraba como una compuerta y mi cabeza me pedía a gritos pensar en cualquier otra cosa que no fuera su traición. Necesitaba concentrarme en lo que verdaderamente era importante.

Drell también había perdido a su padre a manos del clan Mørke, y acababa de descubrir que su padre había asesinado al hijo adolescente del rey, a su heredero. Aquello era un duro golpe para él. No entendía muy bien cuál era el problema de aquello, teniendo en cuenta que en una guerra ambos bandos deben sufrir y los jóvenes podían entrar dentro del ejército a partir de la edad de dieciséis años. No me parecía algo descabellado que su padre hubiera matado al hijo de su enemigo. Al fin y al cabo, por muy niño que fuera, si él estaba luchando contra ellos debía de olvidar que aquella persona tenía rostro, nombre y una vida por delante. Además de que asesinarle supongo que hubiera causado una sensación de victoria para el clan Lysstyrke. Habían matado a alguien de la realeza del bando enemigo, nada más y nada menos que al primogénito del rey. Aquello, por muy cruel que pudiera parecer, debería verse como toda una hazaña... ¿no?

Yo tampoco sabía qué le había sucedido a su madre, pero supuse que tampoco distaba mucho de aquella tragedia. Su padre había muerto quemado en la hoguera de los hijos de Sol, y yo conocía bien aquel ritual puesto que se había efectuado durante la ceremonia de coronación. Si Kellan, un híbrido de fuego rojo, se había retorcido de dolor, no quería imaginar lo que un híbrido de fuego azul había podido sufrir.

Quizás por eso era que Drell y Dellery tenían una relación tan cercana. Ambos eran huérfanos y habían perdido a sus padres de la misma manera (o al menos por la misma causa).

Mientras que Drell se mantenía en completo silencio y con la mirada perdida, traté de acercarme varias veces, pero no hubo forma de entablar una conversación. Él solamente asentía, o a veces ni fingía escuchar y directamente me ignoraba.

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