Capítulo 18 "Necesidad"

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Peeta Pov

Había perdido la astucia, o simplemente estaba desesperado, Katniss estuvo por descubrirme no una, sino dos veces.

Admitía que la primera vez reaccione guiado por celos, causando un caos del que luego me responsabilice, y quizá la segunda sólo por descuido, pero olvide todo cuando está vez si vi mi oportunidad.

Ella subió las escaleras y la seguí...

En el pasillo, casi oscuro por la noche, pude ver reflejada la luz por debajo de la puerta de su cuarto.

Asumía que se trataba de su habitación porque la vi meterse con el bebé en brazos.

Cuando esta pareció oscurecerse, con sigilo me metí en ella.

Una vez adentro, camine tratando de causar el menor ruido posible. Casi sentí que temblaba cuando me encontré con su figura de espaldas dormida, por un momento disfrute de tenerla tan cerca otra vez...

Sin embargo, el sentimiento de paz, rápidamente desapareció, siendo remplazado por el pánico cuando la vi despertarse y removerse en la cama.

Al girarse a mi encuentro tuve que taparle la boca para que no gritara, podía suceder que no logrará reconocerme en la oscuridad...

De todos modos de nada sirvió ya que me mordió, y aprovechando mí descuido salto de la cama.

-¡ayúdenme!- empezó a gritar pegada a las cunas en la habitación, todo se descontrolo en un solo instante cuando ambos bebés empezaron a llorar a todo pulmón.

-¡Katniss!- emití aun sosteniendo mi mano con la otra, me mordió muy fuerte- ¡soy yo!- dije esperando que al menos reconociera mi voz.

-¿Peeta?- inquirió y dejo de gritar, a la vez que dos hombres entraban por la puerta y me tiraban al suelo.

En esta ocasión no me deje intimidar, y devolví los golpes que recibía.

-¡es mi esposo!- exclamo ella- ¡suéltenlo!- fue obedecida, pero tuve que golpear a aquel que me había dado en el costado que ya tenía sensible- ¡Peeta déjalo!- me exigió a mí y me detuve.

-Katniss...- me acerque a ella a la vez que los hombres se marchaban.

-vete- negó, logrando que me quedara quieto en el lugar, mecía a uno de los bebés en sus brazos, este lloraba desconsolado, mientras que el otro se encontraba en igual condiciones en los brazos de otra mujer que creí reconocer como Rue.

-necesito...- precisaba hablar con ella.

-espera afuera- me pidió distante- vete Peeta, los estas asustando- miro el rostro del bebé, lo acaricio y lo beso para calmarlo.

Me marche necesitando que esos besos y esas caricias fueran míos...

En el pasillo, no estuve sólo, además de que este ya no estaba a oscuras.

Una figura pequeña sostenía una vela.

-¿eres un ladrón?- me pregunto sin amedrentarse.

-no- conteste y me senté en el suelo, cerca de la puerta esperando como un perro, si, en eso me había convertido.

El niño se sentó en frente, al otro lado del pasillo.

-¿Quién eres?- quiso saber.

-Peeta Mellark- respondí secamente, no me encontraba de ánimos para hablar.

-¿el esposo de tía Katniss?- curioseo, asentí, al menos alguien le hablo de mi- eres tío Peeta- pareció entender y la ilusión en su voz me desestabilizo.

Mio, y para siempre (FINALIZADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora