Capitulo 31 "Nada que perder"

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Peeta Pov

Desde el primer momento que volví a verla, supe que nada sería lo mismo.

Siempre recordare la amarga sensación de observarla desviar la vista de mi rostro. Que no pudiera mirarme, me daba una idea de lo que sentía en esos momentos.

Katniss me odiaba, como nunca imaginé que pudiera hacerlo, me aborrecía tan intensamente que sus sentimientos eran evidentes para mí. Mis hijos eran muy jóvenes para notarlo, pero yo había vivido lo suficiente para darme cuenta cuando a una persona no le agradaba mi presencia.

Ni en mis peores pesadillas había concebido la idea de que ella lo hiciera, de que ella me despreciara al fin.

Me sentí un cobarde por forzar nuestro reencuentro, pero si había vuelto, era para quedarme. Aunque nunca logrará que mi esposa volviera a amarme de nuevo, quería intentarlo, quería dedicar el resto de mi vida a ello.

Entonces volví esa noche, porque me había jurado y había jurado a mi hija nunca volver a desaparecer, y mi esposa me demostró cuanto me repudiaba, en esta oportunidad no se limitó al silencio y me miró a los ojos reclamándome mi abandono.

No tenía perdón, lo que había hecho no lo tenía y lo sabía, y me pareció injusto condenarla a convivir con un hombre que ya no toleraba, pero al mismo tiempo pensaba en Prim, pensaba en la alegría de mi hijo al verme nuevamente, pensaba en el bebé que crecía en el vientre de la mujer que amaba...

Otro hijo, otro ser que tendría algo de ella y algo mío, quizá esa noticia estaba destinada a convencerme de que estaba tomando el camino correcto, no iba a desaprovechar la oportunidad que la vida me daba, si pedía a Katniss que volviéramos a intentarlo no debían existir más mentiras, no debían existir más secretos.

Su aprensión me hacía dudar en mi decisión, pero luego ella habló sobre que no podía elegir o no que estuviese en su vida.

¿Sentiría lo mismo que yo? ¿Pensaría en la felicidad de nuestros hijos antes que en la suya? Era lo que yo estaba dispuesto a hacer, aunque era consciente de que ella ya no me amaba como antes y quizá jamás volvería a hacerlo, aunque la idea me destrozaba por dentro, estaba dispuesto a lamer mis heridas cada día con tal de que mis hijos tuvieran un padre y una madre.

"Jamás te perdonare lo que nos has hecho" Sus palabras se grabaron como fuego en mi alma.

"Nunca vuelvas a tocarme" Era una orden que debía esforzarme por cumplir.

"Los abandonaste" "me abandonaste" Y pagaría hasta mi último suspiro por ello.

Pero no estaba dispuesto a dejarlos nuevamente, no estaba dispuesto a que alguien más criara a mis hijos o viera llegar al mundo al hijo que tenía en camino.

Ellos eran míos, mi familia, y aún en contra de todos los pronósticos debía luchar por recuperarlos.

No tenía nada que perder, y Everdeen debía saberlo muy bien, aunque acabará con mi vida, aunque tuviera ese poder, no lo haría antes de que su hija supiera toda la verdad...

-explicarme lo que Peeta acaba de decir- exigió Katniss a su padre luego de que revelará un poco de lo que su progenitor estuvo dispuesto a hacer.

No había querido dañarla más, Zeus sabía que era verdad, pero a la vez supe que merecía enterarse de cada cosa que estuvo sucediendo a sus espaldas, no sólo en un pasado de hace años, sino también en uno más cercano.

-voy a matarte por esto- me amenazó desde su lugar Mauro- debes saberlo- a mí ya no me importaba lo que pudiera hacer, podría irme tranquilo de este mundo si antes abría los ojos de mi mujer.

Mio, y para siempre (FINALIZADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora