Mio, y para siempre (FINALIZADA)

Capitulo 22 "Jamas"

Katniss Pov

Bese a Peeta en los labios cuando el me pidió el gesto en pos de reconciliación.

-no quiero que nada nuble nuestra felicidad- dijo acariciándome el rostro.

-entonces deja de comportarte como un niño- reclame sonriendo ligeramente por sentir sus brazos rodeándome la cintura, los míos le rodeaRon el cuello- aquí la única que puede hacer berrinches es Prim

-ni me lo recuerdes- menciono sonriendo y besando mi mejilla con cariño.

Nuestra hija tenía pulmones fuertes, y una voz potente que podía despertar al hombre con el sueño más pesado de Esparta, que dadas las casualidades era su padre.

Volvimos al cuarto anhelando admirar aquella pequeña parte de nosotros. No nos cansábamos de verla a veces, quizá porque había sido muy deseada y esperada, quizá porque era extremadamente encantadora, no sabía explicarlo.

Era la primera vez que pasaba tanto tiempo sin tenerla a la vista y aquello me oprimió el pecho...

La sensación horrible se incrementó y me quito la respiración cuando desde el pasillo contemple la puerta abierta de mi cuarto...

Lo que sucedió después aconteció tan rápido que fue como si lo contemplará fuera de mi cuerpo, al llegar al marco de la puerta, desde el vi como Peeta se apresuraba a acercarse a Finnick que estaba tirado en el suelo, a su lado había un vaso volcado cuyo contenido mi esposo examinó y después vio la cama...

Prim no estaba ahí...

En el segundo que me llevo darme cuenta de ello, experimente como un dolor crecía desde lo ms profundo de mi alma, me acerque a la cama respirando con dificultad y toque asustada el lugar en el que su pequeño cuerpo había reposado instantes antes.

-¡Finnick!- Peeta movía a mi hermano con brusquedad y desesperación, pero este parecía muerto.

¿Estaría muerto? Eso incremento mi angustia.

-¿está vivo?- pregunte a mi esposo que lo subió a la cama y lo dejo en ella.

-si-se pasó ambas manos por su cabello rubio y largo, se tapó el rostro con ellas- Prim...-susurro en un murmullo doloroso y me deje vencer por el llanto cuando vi una lagrima escapando de sus ojos cerrados, la limpio con rabia contenida.

-Peeta- me acerque a él con prisa y tome sus manos- ¿Dónde está Prim? ¿Dónde está mi hija?- exigí con aflicción.

-no lo sé-negó aterrado, era la primera vez en mi vida que lo veía tan pálido- pero voy a encontrarla, tu quédate aquí por si tu hermano despierta y puede decirte algo, ordenare que la busquen...-su pecho subía y bajaba notoriamente, beso la palma de una de mis manos y después se marchó.

Conmocionada, y aún más dolida me acerque a Finnick y acaricie su rostro esperando que despertara. No tuvo que pasar mucho tiempo para que escuchara como se armaba un alboroto afuera de la casa, varios perros empezaRon a ladrar, numerosos hombres empezaRon a gritar órdenes que no alcanzaba a distinguir.

Cerré mis ojos siendo incapaz de creer que esta no fuera una pesadilla, mi hija, mi bebé recién nacida, había desaparecido como si la tierra se la hubiese tragado, ya no estaba a mi lado, ya no podía verla, pero un sentimiento sofocante me afligía desde lo más profundo de mi ser, como si pudiera sentirla, como si pudiera sentir que no se encontraba del todo bien...

-Prim...-abrí los ojos cuando escuche la débil voz de mi hermano.

-Finnick- apoye una mano en su pecho y la moví para que terminara de despertar- ¿Qué sucedió? ¿Quién se llevó a mi hija?- no había tardado en saber que esto era obra de alguien, no era coincidencia que mi hermano se encontrara inconsciente y mi pequeña hubiese desaparecido, sabía que alguien la tenía y aquella idea no hiso más que causarme terror.