Capitulo 8 "Lejos de mi"

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Peeta Pov

Luego de la mención de sus nombres, inmediatamente aquellas mujeres aparecieron en mi mente. Sin embargo no quería que Katniss se percatara de mi impresión.

-no debes darle importancia a todo lo que escuches- acaricie sus nudillos y bese su mano- lo único que tiene importancia ahora, es que estoy contigo.

-ya lo sé- se incorporó en la cama y me miro con intenciones de escarbar más en el tema, rogaba que no lo hiciera- pero quisiera que me contaras qué lugar ocupan en tu vida...

-ninguno- mentí y me senté a su lado- son parte del pasado y ahí es donde deben estar.

-¿no puedes contarme mas?- consulto perturbada.

-no me gusta hablar del pasado- dije con convicción- ni vivir de el- pero eso no evitaba que me atormentase.

-¿Por qué?- su insistencia me  inquietaba, las mujeres solían ser muy perspicaces ¿acaso ella sabía más de lo que admitía y estaba esperando que le confesara la verdad?

-confía en mi- pedí acercándome, rodeando su cadera con mi mano, note el cambio de su rostro curioso a uno atormentado por mi cercanía- no quiero hablar de otras mujeres contigo- bese sus labios un momento, empezó a respirar con dificultad- te contare todo lo que quieras saber- prometí y la acerque más rodeando su cintura con un brazo, nuestros labios no dejaron de rozarse íntimamente- pero necesito un poco de tiempo.

-confió en ti- susurro contra mi boca, como hipnotizada por mis caricias.

Sentí su mano acariciar mi nuca, mientras nuestras lenguas jugaban excitantemente, mi cuerpo presiono instintivamente y ella cedió dejándose caer sobre la cama.

-Zeus...-bese la piel de su cuello, inspire el perfume de su cabello- te necesito tanto.

-yo también, pero...- se contuvo de decir algo más cuando descubrí un seno y lo acaricie con mi boca, no descuide el otro mimándolo con mi mano, torturando con caricias al erecto pezón...

Unos golpes en la puerta, nos sacaron del trance en el que empezábamos a perdernos.

-¡voy!- logre gritar mientras Katniss se cubría los pechos nerviosa y yo me acomodaba la entrepierna...

-lo siento- dije a ella en un susurro mirando sus ojos brillosos, ya sentado en el borde de la cama-no debía tocarte de esa manera...-su índice se colocó sobre mis labios.

-me encanta cuando me tocas- confeso en un susurro íntimo.

-eres una torturadora- proclame levantándome de la cama y tapándola con la sabana hasta la cabeza- así no tendrás oportunidad de seducirme- rio con ganas y después descubrió su rostro cuando abrí la puerta, era Agatha, quien solo me miro un momento antes de acercarse a Katniss.

-¿Cómo sigues?- consulto la mujer de mi padre acariciando su cabeza de una manera maternal.

-mejor ahora que Peeta ha vuelto- me acerque a los pies de la cama y solo la contemple, parecía mejor que hacía unos momentos, y que mi regreso fuera la causa me alegraba.

-puedo verlo- nos miró a ambos y después solo a mí- ¿nos podrías dar unos momentos Peeta? Katniss necesita refrescarse- capte la orden escondida y asentí sin protestar...

Al salir del cuarto, un esclavo me informo que mi padre requería mi presencia en el suyo...

-¿paso algo?- consulte al entrar a mi destino.

-siéntate Peeta- me pidió mientras pulía una de sus espadas, lo hice- Agatha creyó necesario que hablara contigo, aunque yo sabía que tu ibas a deducir lo que paso con tu mujer- me tense.

Mio, y para siempre (FINALIZADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora