Capitulo 12 "No mas que a él"

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Katniss Pov

-en Atenas solíamos hervirla antes- comente a la cocinera, la cual se lamentaba por una carne que quedaba dura luego de su cocción- ya de por si es difícil de tratar- la consolé y ella sonrió apenada.

-Katniss- me llamo Rue desde la puerta de la cocina- alguien ha venido a verte- me extraño su gesto preocupado, pero lo entendí cuando después a solas me informo sobre quien había venido a visitarme.

Entré al salón y vi a unos pasos de mi a una mujer de cabello azabache, alta y con un porte que podría intimidar a cualquiera.

Ella dejo de ver los cuadros en la habitación y noto mi presencia.

-tu debes ser Katniss- menciono.

-su alteza-incline la cabeza ligeramente y después me concentre en ver los ojos esmeraldas de la hermosa mujer frente a mí.

-no es necesaria tanta formalidad- dijo y se aproximo a sentarse en un sofá.

-¿a que debo el honor de su visita?- pregunte sentándome en el lugar de en frente, no pude ocultar la impresión de que Aria estuviera delante de mí, después de un tiempo de oír hablar de ella, por fin la conocía.

-he venido personalmente a ver si los rumores son ciertos- miro directamente mi ligero abdomen abultado, coloque una mano sobre el no gustándome como lo observaba- al parecer no eran solo chismes- miro mis ojos y sonrió por un instante, después vio a los dos soldados en la puerta del salón- retírense y cierren la puerta- ordeno y ellos obedecieron, no supe que hacer cuando la reina se paro y se aproximo a sentarse a mi lado, me tomo las manos- necesito saber algo- me dijo seriamente- y te ordeno que seas totalmente sincera- asentí nerviosa por la proximidad- ¿Quién es el padre de tu hijo?- pregunto claramente y fue como si mi corazón se detuviera por la pregunta.

-mi esposo- conteste como si fuera obvio.

-¿estas segura?- dudo.

-claro que si- afirme casi sin voz, no entendía porque hablábamos de esto- no podría ser de nadie mas- negué perturbada- es el único hombre con el que he estado y con el que estaré.

-discúlpame por dudarlo- se levanto, empezó a caminar por el cuarto acariciando su abdomen redondo mas grande que el mío, cubierto por un vestido azul- pero después de lo que se dice de ti, pensé...

-¿lo que se dice de mi?- inquirí con preocupación.

-¿no te han llegado rumores de lo que la gente murmura?- me miro confundida, negué- ahora que te he visto, puedo convencerme de que no tienen importancia, no te preocupes- por primera vez pude ver una sonrisa sincera en su rostro.

-aun así, ¿podría preguntarle que ha escuchado?- la idea aun me desconcertaba.

-no se si seria lo mejor en tu estado- dijo con tacto, se sentó nuevamente a mi lado- la gente suele ser muy cruel a veces ¿sabes?

-lo se- mire hacia un lado, aun queriendo saber que se decía de mi a mis espaldas.

-debes cuidarte- insistió- y cuidar de tu hijo, no se porque esas mentiras estarán dando vueltas por ahí, pero pueden llegar a tu esposo y...

-¿llegar a Peeta?- ¿Qué sucedería? Necesitaba conocerlas, para poder defenderme de ellas- ¿Por qué vino específicamente?

-pensé... que existía la posibilidad de que... tu hijo fuera de León- la afirmación me estremeció.

-¿pero porque?- negué incrédula.

-la gente dice... no estar segura de quien es el padre de tu hijo- la suposición me afligió- te han visto con el primo de Peeta, algunos dicen que en situaciones comprometedoras...

Mio, y para siempre (FINALIZADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora