–Buenos días, mi nombre es ___ _____, un gusto en conocerlos.
Me incliné levemente por educación. No me encontraba nerviosa debido a que estaba acostumbrada a ser vista al patinar. Aunque prefería hacerlo a solas.
Tomé asiento en el primer puesto junto a la ventana como me lo indicó el sensei, igual no había otro. Suspiré y saqué mis cosas. Me crucé de piernas inquieta. Si salía a las 4 ¿Solo podría entrenar 3 horas diarias?
–Disculpa, podrías alcanzarme el borrador que está debajo de tu asiento.
"Que voz tan profunda" pensé. Me agradó al instante.
–Claro.
Dije doblándome para alcanzar la goma. La deposité en su mano sin tocarlo, que extrañamente estaba vendada.
–Gracias.
Se le notaba por todos lados que no estaba acostumbrado a dar información personal y que era muy serio, tal vez demasiado.
–¿___-chan?
La repasé disimuladamente. Era una chica muy hermosa, tenía el cabello rubio y corto, tal vez los ojos más hermosos que había visto en la gama de los azules.
–Si. ¿Tú quién eres?
Le respondí amablemente. Se tocó el pecho como si le doliera.
–¡Ahhhhh... pensé que me reconocerías! Mi nombre es Irina Tonya. Practico en la misma pista que tu. Pensé que me habías visto al menos una vez...
–Lo siento... no suelo desconcentrarme al entrenar.
–Lo sé, yo también estoy entrenando para la Grand Prix, ¡no puedo esperar a competir contigo!
Su sonrisa era preciosa y extraña en el buen sentido, aunque quisiera, ella nunca podría desagradarme.
Cuando el profesor de la clase entro y Tonya se tuvo que sentar, desvíe la mirada para verle detalladamente la cara al chico de la goma.
Tenía lentes, ojos verdes y pestañas largas. Algo fuera de lo común. Mi palabra favorita, peculiar.
Terminada la clase tuvimos un receso de 20 minutos en el que comí y hablé con Tonya. Al ver que el peliverde no hablaba con nadie me dirigí hacia él.
–¿Cómo te llamas?
Me miró de reojo con una frialdad que me puso los pelos de punta.
–Midorima Shintaro.
–Gustó en conocerte.
Midorima solo asintió y siguió como si nadie lo hubiera visto. Suspiré. "Al menos lo intenté" me dije inquieta de nuevo.
Después de almuerzo teníamos clase de deportes.
Debido a que no tenía tiempo para ningún club escolar solo me colocaban una serie de ejercicios y luego podía hacer lo que quisiera, siempre y cuando no me quedara quieta, lo mismo iba para Tonya.
–¡____-Chan! ¡___-chan! Esta es la semana del club de baloncesto, ¡ven conmigo!
Gritó emocionada jalándome del brazo.
–¿A qué te refieres?
Le pregunté divertida. Su expresión era graciosa.
–La semana pasada fue la semana del club de futbol, está la del club del baloncesto, la siguiente la del club de voleibol, y así.
La seguí sin más, tal vez haya espacio de estirar un poco más allí.
Al llegar al gimnasio subimos las escaleras para ver desde arriba el partido de practica.
Sorprendida vi que Midorima estaba ahí, lo esperaba más como en el club de ajedrez...
Mientras estiraba me detuve a ver el partido, el baloncesto tenía algo de hermoso a pesar de ser un deporte de contacto. Luego le pasaron el balón a Midorima y todo se empezó a mover en cámara lenta. Desde la pose que optaba, hasta el salto, el arco del balón para llegar al aro que se encestó sin siquiera tocar lo bordes. Como su cabello se agitaba mientras descendía al piso y caía de manera perfecta. Sentí que había visto un Axel triple perfecto...
–¡WOAHHH!
Exclamé emocionada.
–¡Lo sé! ¡Es extraordinario!
–Me dieron excesivas ganas de patinar...
Dije simulando un Toe loop.
Me sentí avergonzada al instante. Baje la vista a la cancha, Midorima me miraba inexpresivo.
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Cuando te tengo a mi lado...
Fanfiction____ creyó que tuvo todo lo que siempre deseó hasta que conoció a Midorima Shintaro.