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Pasaron semanas y ya había entablado conversaciones con la mayoría de mis compañeros de clases.
Recordé la cara de mi padre cuando llevé unos compañeros para hacer un proyecto.
Me reí en voz baja. Estábamos en entrenamiento y después del turno de las junior, nos tocaba a nosotras las seniors mostrar el avance de nuestro programa corto.
El turno era de una pequeña de cabellos y ojos verdes, pensé en Midorima al instante.
Su canción era un estudio en Do menor de Chopin. Algo atrevido para su edad, me gusta.
Terminó cometiendo solo una falla, tal vez improvisando un poco al final. Salió de la pista corriendo y sin querer chocó conmigo.
–¡Ohhhh! ¡___-san! ¡Perdón!
Dijo sonrojándose como si apenas se diera cuenta de que habíamos chocado.
–Discúlpame tú.
Respondí colocando una mano delicadamente en su cabeza y entrando a la pista.
Mi canción de programa corto era Intoxicated y como todavía no tenía la canción preparada en un CD tenía que hacerlo todo sin música, maldije mi vagancia.

((((((PARÉNTESIS))))))
Las que han visto Yuri!!! On ice recordarán que la canción del programa corto de Chris era esta, intoxicated. La escogí porque me gustaría escribir sobre la reacción de Midorima cuando vea que ___ hace una presentación de seducción total, me parece interesante, pero si lo prefieren así, reproduzcan la canción que ustedes quieran en sus mentes (que sea sensual para que no pierdan el hilo😏😉)

((((((((Fin paréntesis))))))))

Solo me quedaba por complementar la secuencia de pasos del final pero pensaba en improvisar lo que quedaba ¿Por qué no?
Solté mi cabello.
Me puse en posición. Tenía que sacar la Afrodita que llevaba dentro.
Me dieron la señal y empecé.
Mi secuencia de pasos definitivamente me incomodaba sin el ambiente que le daba la música pero me divertía, Luciano me decía que lo que debía hacer era imaginar que le bailaba al hombre de mi vida sensualmente, me sonrojé al pensarlo. Mi truco para los nervios era imaginarme en una pista sola con luces bajas. Y hoy había sido un buen día. Le di a todos los saltos y se me ocurrieron ideas para el final a medida que patinaba. Me sentía libre una vez más. Me reconfortaba el cabello golpeándome el rostro e intenté levantar los brazos al hacer los saltos debido a que les daba dificultad.
Cuando acabé solté un largo suspiro. Y salí de allí cabizbaja. Sonreí de lado a la pequeña de antes, quien me miraba con ojos soñadores y sonrojada hasta las ojeras ¿Acaso lo que hice fue para mayores de 18? Sonreí. Se veía inspirada y me agradaba la idea de inspirar a pequeñas. Fui directamente a quitarme los patines en el cuarto de preparación puesto que con esa exhibición terminaba el entrenamiento, que agotador... recogí mi cabello nuevamente.
Cuando ya estaba estirando en el suelo entró la pequeña corriendo.
–Es peligroso correr en patines.
Escucharme la sobresaltó y terminó cayéndome encima.
–¡Oh no!
Dijo revisándome detalladamente. Me reí de su expresión.
–¡Nii-Chan no quiere dejarme ver a las demás!
Me apoyé en los codos viéndola enternecida, estaba haciendo pucheros sin querer. Le puse un mechón rebelde detrás de la oreja.
–¡Harumi!
Le reprimió Midorima entrando al cuarto.
–¿Él es tu nii-Chan, Harumi?
Ella me vio aterrada.
–¡No dejes que me lleve!
Y me abrazó. Me reí, esto no podía ser más irónico.
–Ya decía yo porque cuando te veía lo veía a él.
Midorima alzó a su hermana sin esfuerzo y la sentó en una banca a mi lado. Yo seguí estirando.
–¿Necesitas ayuda?
Preguntó Harumi con emoción. ¿Cómo decirle que no?
–Pero quítate los patines primero.
Se los quitó rápidamente y aproveché para ver a Midorima que miraba a Harumi como si no se lo creyese.
–¿No te hace mucho caso?
Pregunté dirigiéndome a Midorima quien asintió acomodándose los lentes.
Era mucho más fácil y más satisfactorio cuando alguien te ayudaba a empujar la espalda a la hora de estirar.
–¡Ahora ayúdame tú!
Cuando terminamos me puse la chaqueta y los zapatos.
–¿Te quedas a ver a las demás?
Preguntó Harumi como una propuesta. Miré a Midorima de reojo.
–No cariño, tengo deberes que hacer en casa. Tú también deberías ir a cumplir los tuyos.
Le guiñé un ojo lo que la hizo sonrojarse. Me despedí con la mano de Midorima sin mirarlo y salí.
–¡Si fueras como ___-san tal vez te haría caso! ¡Vamos a casa!
La escuché reprimirle.
–¿A qué te refieres con eso?
Le discutió Midorima de vuelta. Me reí por lo bajo, no era mentira que tenía deberes así que corrí al auto que me esperaba afuera.
–¡Mamá!
La saludé cerrando la puerta tras de mi. Me observó seria con las piernas cruzadas, elegante como siempre. Apretó mi mano levemente.
–Cariño, has crecido...
–¿Tú crees?
Le pregunté esperanzada.
–Sé como te dejé hace dos años. También te has dejado crecer el cabello y tienes más semblantes de señorita.
Me sonrojé.
–Vamos a casa, papá nos espera.
Mamá tenía su oficina en Estados Unidos y le iba de maravilla, venía cada cierto tiempo a vernos. ¿Cómo la había extrañado! este día no paraba de ser mejor.

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Hola💕 recibo sugerencias para la música del programa libre (el largo) de ___, se los agradecería.

Cuando te tengo a mi lado...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora