Cuando te tengo a mi lado...

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¡Aclaración! » tn=tu nombre/ta=tu apellido/ tap=tu apodo «

–¡SHIN-CHAN!
Gritó un chico de cabello negro entrando al salón estrepitosamente. Se me escapó una risita, ¿Shin-chan? Midorima se giró a verme de golpe enojado, como si hubiera escuchado mis pensamientos, no me contuve, me reí de su expresión.
–¿Qué te parece gracioso, ____(ta)?
Lo miré alzando una ceja. Apoyé los codos en mi puesto mirándolo de reojo.
–Tu cara es graciosa, Shin~Chan.
Espeté sarcástica.
El chico alternaba la vista entre Midorima y yo una y otra vez sorprendido. De repente explotó de la risa y agarró una de mis manos con las suyas, estrechándolas una y otra vez, como si me hubiera ganado algo.
–¿Cuál es tu nombre, preciosa?
Su actitud me agradó al instante.
–___ ______. ¿El tuyo?
–Kazunari Takao, ¡MUCHO GUSTO!
–Vámonos, Takao.
Exigió Midorima notablemente irritado. Takao tragó saliva.
–Te veo luego, ___(tap)-chan.
–¡Adiós chicos!
Los despedí divertida agitando los dedos.
Sentí que la irritación de Midorima crecía, me reí.
–¡Por fin te veo hablándole a una chica, Shin-Chan!
Escuché a Takao que le decía entre risas cuando ya estaban saliendo del aula.
–Cierra la boca, Takao.
Le regañó Midorima.
–¡___-Chan, comamos juntas!
Sugirió Tonya acercando una silla a mi asiento.
Y más o menos era así lo que hacía todos los días en la escuela. Luego me iba a la pista con Tonya y al final, Midorima siempre estaba allí para recoger a Harumi.
Llegamos a verano y empezaron las preparaciones para el festival escolar, mi horario cambio bastante ahí y eso me frustraba. Tenía que ayudar con el evento de la clase hasta en las tardes y eso llegaba a quitarme días de entrenamiento, que por cierto, estaba fuerte porque mi primera competencia era en Agosto. Aunque ya mis programas estaban terminados todavía tenía muchas cosas que pulir, por ejemplo el flip cuádruple que iba a hacer al final del programa libre, o el triple Axel de la segunda mitad del programa corto... agarré mi cabeza entre las manos, desesperada.
–¿Qué pasa, ___-chan?
Me preguntó desconcertada Rena, la representante de la clase.
–Uhg... nada... pues... me preguntaba ¿A qué horas podré salir hoy?
Me observó con el ceño fruncido.
–____-chan, te has ido temprano tres días seguidos, tienes que colaborar apropiadamente.
–Verás... Rena-chan, voy a competir en la Grand Prix este año y para llegar a la final debo cumplir con una serie de campeonatos, y para salir con la medalla de oro debo dedicarme a entrenar con fuerza. Además, los chicos y chicas de los clubs no han movido un dedo. Y no es por nada, pero la Grand Prix es un evento internacional... la interhigh y esas cosas son regionales y/o nacionales. Me gustaría que fuesen más compresivos con Tonya y conmigo, de todas formas, cada una de nosotras tiene el respectivo permiso.
Tomé una pausa y fruncí el ceño al darme cuenta de la situación en la que estaba y seguí.
–Ahora que lo pienso, la única que no lo comprende eres tú.
Abrió los ojos como platos, ofendida.
–Realmente no entiendo cómo es que las personas de esta clase te tienen en el pedestal de diosa cuando no eres más que una estúpida niña presumida.
Mi presión sanguínea provocó que me diera mucho calor... pero que se cree esta... abrí la boca para decirle unas cuantas cosas pero Midorima colocó su mano en mi hombro y me echo un poco hacia atrás, porque sin darme cuenta, me había movido mucho hacia el frente, casi que nuestras narices rozaban.
–Déjense de estupideces y pónganse a trabajar.
Espetó Midorima secamente. Rena miró con rabia la mano izquierda de Midorima que estaba en mi hombro y luego a mi.
–No tengo tiempo para esto. Me voy a la pista. Adiós, Midorima, Rena.
Me di la vuelta y agarré mis cosas, me tomé la molestia de recoger las de Tonya.
–Vamos ya Tonya.
Le dije entregándole el bolso. Me siguió dando pequeños saltitos, todavía extrañada de mi actitud. Lo sé, lo sé, nunca me había visto así, a decir verdad, yo tampoco.

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