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–Yo necesito primero que todo, pedirte disculpas... Sé que yo desaparecí y que ahora soy un extraño para ti. Yo no pretendía... que pasara eso...
–¿De verdad?

Preguntó Tonya con ironía. Entorne los ojos en su dirección y ella levantó los brazos, como rindiéndose.

–En fin... soy un chico, ¿si? Aunque me fui, aunque dejé de patinar, aunque me olvidé de mis sueños, nunca dejé de pensar en ti... me golpeó duro cuando supe que no era mutuo. Luego conocí a tu novio...
–Ex novio.

Susurré con amargura, Damien tragó saliva con evidente culpa.

–Es un sujeto irritante. Cuando te veía no había ninguna emoción en su rostro.
–Eso es porque no lo conocías, Damien.
–Lo sé... pero ustedes son como... polos opuestos... yo... cuando estaba mirando tu programa, una chica de ojos claros se paró a mi lado. Me dijo que tú eras una chica muy linda y que era una lástima que tuvieras un novio que tan solo te utiliza. Ahí obtuvo mi atención.
Mira... ha pasado mucho tiempo y no he podido sacarte de mi cabeza. Ahora eres algo más voluble y pesada, pero sigues siendo la misma que yo conocí. Tus ojos brillan como siempre... eres una chica muy dulce y demasiado atractiva. Tu programa dejaba claro que tú intención era seducirlo a él y yo te quiero, por lo tanto estaba muriendo de los celos y esa chica me decía que era amiga de Midorima desde la infancia, que él siempre le hablaba de lo mucho que ansiaba tenerte en su cama para luego botarte, porque no significabas nada para él... entonces yo... le creí... enloquecí... y eso pasó... No es excusa pero...

Abrí los ojos como platos ¿Qué chica haría algo tan cruel?
Damien prosiguió.

–Cuando Luciano me sacó me la volví a encontrar. Hablaba con otro chico que parecía molesto.
–¿Sabes como se llama la chica?

Preguntó Tonya inquieta.

–Su nombre era extraño... uhm... según como la llamaba el chico, su nombre es Rena.

Abrí la boca sin dar crédito. Tonya se puso de pie y sacó su celular.

–Maldita perra &$**%#%###*¥£€^*+^%% hija de la gran ***##%%><%%?.

Damien se solbresaltó.

–¿La conocen?

Asentí.
Tonya habló por teléfono unos diez minutos y volvió a recriminar a Damien.

–¿Y se te ocurrió decir esto después de tanto tiempo?
–Los primeros días estaba demasiado enojado. Pasó mi competencia y volví a Francia. Cuando intente contactarme con ___ no contestaba y hasta ahora he tenido la oportunidad de venir.
Vivo en FRANCIA, no a la vuelta de la esquina.
–¿Con quien hablabas, Tonya?
–Con Takao.
–¿Por qué?
–Porque esto no se va a quedar así, ___-chan.

Fruncí el ceño, ¿Esto cómo iba a solucionar las cosas?
Pero Tonya tenía razón en algo, Rena es una maldita hija de puta.

"Me dirigí a las máquinas del pasillo, otra vez había llorado hasta quedar seca. Compré un jugo de caja y me fui directo al baño pero antes de cruzar por el pasillo me percaté de Midorima, me daba la espalda. Me escondí en una esquina, estaba hablando con Rena.
Hablaron un buen rato y luego Rena le dijo algo largo y el asintió. Rena se abalanzó sobre él, abrazándolo con fuerza. Él se lo permitió, aunque no se lo regresó. Sentí mis ojos aguarse nuevamente.
Bueno, después de todo ya dejé de rogarle.
Ya ha pasado un mes y nada mejora.
Ya he tenido suficiente.
Ahora no voy al baño, voy a la enfermería.
Quiero salir de aquí.
La enfermería está por el mismo pasillo.
Agarré mi jugo como si nada, y pase con paso normal al lado de ellos, no vi la cara de Rena, no me quedé detallando su espalda.
Solo huí.
Me he cansado.
No volveré a este lugar."

–___, de verdad lo siento mucho...

Abracé mis piernas y lo miré a los ojos, de verdad parecía arrepentido. Si yo hubiera estado en su lugar... bueno, se comportó como un loco pero... lo comprendo.

–Solo no lo vuelvas a hacer, por favor.

Le di una leve sonrisa y el sonrió aliviado.

–Gracias.
–¡Es en serio! ¿Así no más lo perdonas?

Tonya se cruzó de brazos molesta, me reí de su reacción. Tonya es adorable, pero cuando se enoja... Damien bufó.

–Tonya, déjalo ya. Ven, siéntate otra vez y hablemos de otra cosa... y deja de hacerme mala cara.

Solté unas risitas y Tonya puso una expresión más conciliadora y se sentó de nuevo a mi lado.

–Entonces, Damien, cuéntame algo que me haga odiarte menos.

Damien hizo una mueca pero empezó a hablar.
Yo volví a estar en las nubes ¿Qué había hecho yo para que Rena sea una completa perra conmigo?
Me estremecí, otra vez volvía a estar triste.
Midorima definitivamente me odia.
Y yo creo que definitivamente me he enamorado de él.
Ya a pasado semana y media desde la última vez que hablé con él y dudo que pueda ser capaz de hablarle de nuevo.

Cuando te tengo a mi lado...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora