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Narra Midorima.

Harumi nos observó a todos con detenimiento.

–Esto es el festival del negro.

Dijo bajito y risueña, ___ le sonrió divertida y apretó mi mano. La puerta del ascensor se abrió y se vió a Luciano dando vueltas en recepción de un lado a otro, mirando su reloj cada dos segundos con notable exasperación.

–¡Ahí estás! ¡Me pones de los nervios, mujer!

Nos dirigimos a paso rápido hacia el estacionamiento en donde nos esperaba un auto que Luciano había alquilado y abordamos. Harumi en el copiloto junto a Luciano quien era el piloto y ___, ese tipo y yo atrás, ___ iba en medio de nosotros dos y su incomodidad era palpable. Luciano pareció notar la atmósfera pesada y para motivos de distracción, prendió la radio.

–Estas demasiado nerviosa.

Dijo el tipo con los ojos clavados en ___, puse los ojos en blanco.

–Supongo que sí.

Jugueteaba con sus dedos y para calmarla agarré una de sus manos y le acaricié los nudillos. Se volteó a verme sonrojada, con una cara que solo había visto unas cuantas veces pues era especial, en la que sonreía sin mostrar los dientes. Me sobresalté sonrojado y Damien reaccionó de la misma forma, sorprendido de su expresión. ___ cerró los ojos y se recostó en mi hombro, inhalando y exhalando lentamente para calmarse.
Luciano manejaba como un loco así que no demoramos en llegar.
Cruzamos las puertas y ___ se detuvo y me detuvo con ella antes de irse con Luciano a camerinos, suspiró profundo, agarró el cuello de mi camisa de manera que quedé inclinado y dijo bajito, con la voz algo ronca y pegada a mi rostro.

–Siéntate donde puedas verme bien, tienes prohibido quitarme los ojos de encima.

Entrecerró los ojos como para estar segura y se sonrojó levemente. Miré al rededor dándome cuenta de la cercanía de todos y que por lo tanto habían logrado escucharla.
Me soltó y salió corriendo detrás de Luciano, quien negó la cabeza repetidas veces divertido. Harumi estaba sonrojada hasta las orejas como yo, y él tipo parecía estar en una clase de shock. Me apoyé sobre mis rodillas como si acabara de correr un maratón, que vergonzoso... Me incorporé luego de unos segundos y acomodé mis lentes.
Compórtate, maldita sea.

–Tan impulsiva...

Musité sin querer en voz alta, Damien me oyó y pareció reaccionar, me fulminó con la mirada automáticamente. Harumi nos miró a ambos todavía escandalizada y me tomó de la mano.

–Vamos... Nii-chan...

Harumi me jaló hacia un lado algo apurada y Damien caminó en dirección opuesta, subimos un par de filas y nos hicimos en la mitad. Toda la pista estaba en mi campo de visión, ni muy cerca, ni muy lejos.

–Hace un minuto Damien dió algo de miedo...

Arqueé una ceja en su dirección. Harumi parecía incómoda y algo culpable. Para su sorpresa puse la mano en su cabeza y la despeiné, ella se quejó con diversión.

–¿Dio más miedo que yo?
–¡Eso nunca!
–Entonces déjate de estupideces.
–¡Eso no es algo de lo que deberías estar orgulloso!

Me reí. Por supuesto que sí, es casi imposible ponerte en tu sitio, Harumi.
Harumi se inclinó hacia delante, escrutando a todos los espectadores con la mirada.

–Vaya, esto está bastante lleno para ser una competencia tan pequeña.

Asentí, la verdad es que sí.
Nos dieron la bienvenida y el evento transcurrió de manera normal. ___ iba a ser la 4 en aparecer en pista así que esperamos. En realidad no puse mucha atención a las otras concursantes, solo las veía realmente cuando Harumi me decía que iba a suceder algo "genial".
En cuanto sucedía el kiss and Cry de la tercera participante me puse de pie y me estiré.
___ apareció segundos después con nada más que su traje y su chaqueta junto con Luciano quien le abrazaba a la vez que le daba instrucciones. Cuando llegó al borde de la pista se quitó los protectores y Luciano le quitó la chaqueta, entró a la pista y se quedó en el borde con Luciano quien todavía le daba instrucciones.

–___ se ve muy concentrada...

Dijo Harumi con asombro, frotándose las rodillas.

–¿Tienes frío?
–Sí.
–¿Por qué no trajiste abrigo? Ten.

Le di mi buso y se lo puso.

–No creí que lo fuera a necesitar, pero los nervios me están ganando.

Retuve la sonrisa, mi pequeña hermana podía ser adorable si se lo proponía. Me senté de nuevo y ___ se hizo en el centro e inició saludando a las personas, inclinándose con gracia y sonriendo. Se quedó muy quieta y de la nada la atmósfera alrededor de ella cambió y todos en gradas parecieron notarlo, pues guardaron silencio al instante. Fue inconsciente, pero desvíe la vista hacia el otro extremo de graderías y encontré al tipo de pie en una esquina, mirando a ___ fijamente.

–Nii-Chan... estás haciendo una cara muy horrible.

Harumi se removió en el asiento incómoda, asentí despacio.
Fije mi vista de nuevo en ___ quien se puso en posición de empezar. Ahg, esa maldita pose.
Me removí en el asiento incómodo porque aunque quisiera, y como todas las otras veces que la había visto hacer este programa, no podía quitarle la vista de encima.
Y toda esta gente...
Esto se me iba hacer eterno.

Cuando te tengo a mi lado...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora