Me puse de pie con ayuda de Luciano, quien también me llevó hasta la entrada donde estaba parado Midorima, cruzado de brazos. Harumi salió detrás de mi y antes de entrar al cuarto de preparación le fruncí el ceño a Luciano, que día de mierda.
–¡___-chan! ¿Qué pasó? Solo salí 20 minu... ¿Midorima-kun?
Midorima giró la cabeza ignorándola por completo, Harumi se hizo detrás de él y lo golpeó.
–¡Harumi!
Le reprimió molesto, pero a juzgar por el leve rosado de sus mejillas, tal vez estaba un poco escandalizado.
–Perdona a mi hermano, Tonya-san, es un poco tímido.
Midorima abrió la abrió la boca para decir algo pero al final no lo hizo y frunció el ceño. Harumi sonrió victoriosa.
–Tú hermano...
Tonya se rió nerviosamente. Eran extremadamente parecidos pero a la vez tan diferentes.
–Luciano-sensei te espera Tonya-san, vayamos juntas. ¡Te encargo a ___-san, onii-chan!
Jaló con fuerza a Tonya y nos dejó solos, era una niña adorable, pero muy extraña.
Me vi detenidamente las muñecas mientras me sentaba en una de las bancas, Midorima buscaba en silencio el botiquín. Una vez lo encontró se arrodilló frente a mi y me tomó de la muñeca derecha, empezando a curarme. Hice una mueca cuando con alcohol rozó de donde me salía sangre. Midorima alzó la mirada y me vio por un momento. Cuando volvió a mirar fijamente mi mano me pareció ver un asomo de sonrisa, fruncí el ceño.
–¿Qué es lo gracioso?
Pregunté curiosa, nunca le había visto una cara feliz... volvió a mirarme a los ojos y se quedó unos segundos sin decir nada.
–Nada en absoluto.
Colocó otra vez su cara imponente y suspiré. Se me hacía bastante interesante verlo vendarme la mano, lo hacía con facilidad, y no me extrañaba, ya lo había visto vendarse la mano varias veces luego de deportes. Era cuidadoso y ágil. Desvíe la mirada un momento y vi una rana de cerámica, de un tamaño mediano.
–¿Qué es eso?
Pregunté rompiendo el silencio. Señalé con cuidado la rana.
–Es mi Lucky Item.
–Ya veo... fan de los signos zodiacales. ¿Eso es lo que llevas todos los días a clases?
Asintió y aguanté la risa... era demasiado extraño, pero me daba curiosidad, muchísima, tanta que hasta me impresionaba.
–¿Qué haces con todos estos Ítems cuando pasa el día?
–Los guardó en una habitación.
–Mmm... escuché algo de eso en la radio esta mañana, lo que quiere decir que eres Cancer.
Terminó con mi mano derecha y me pidió la izquierda, se la di y en la pausa me dio una vista no tan rotunda, tal vez le agradaba que estuviese interesada en ello.
–Sí, soy Cancer. ¿Y tu signo?
–____(tu signo zodiacal).
–Por eso es tu mala suerte. Tu signo estaba en el penúltimo lugar con mala suerte. ¿Cómo puedes salir sin Lucky Item en días así?
–No sabía que tenía mala suerte, no pude escucharlo todo...
Hice otra mueca cuando pasó el algodón con alcohol en mis raspones de la mano izquierda.
–Es peligroso que golpees tus manos de esa manera.
Me reprimió y me sorprendí... porque sentí que algo se abrió en mi. Sin darme cuenta me había sonrojado. ¿Qué carajos? Carraspeé mirando en otra dirección, avergonzada. No era extraño que me regañaran por cosas que hago sin pensar ¿Por qué de repente sentía que debía obedecer?
–Lo siento...
Musité sin saber porqué. Midorima siguió en lo suyo en silencio. Terminó su tarea y dejó el kit donde lo encontró.
–Gracias.
Le dije avergonzada todavía. Me doblé para quitarme los patines, cuando empecé a hacer fuerza para aflojar los cordones, gemí bajito, debido al ardor que me provocaba. Midorima se volvió a arrodillar frente a mi y lo hizo por mí, los retiró y los dejó a un lado.
–¿Cuál es tu casillero?
Lo señalé, lo abrió y sacó mis tenis, también me los puso. Fruncí el ceño frustrada, de lo caliente que se sentía mi cara me empezaba a dar calor.
–Gracias, de nuevo.
Musité enfurruñada. Nos quedamos viéndonos a los ojos unos minutos, lo que me provocó una risita. Midorima sonrió de lado y se puso de pie.
–Suerte la próxima vez.
Dijo y salió, dejándome sola, impresionada... y confundida. Me toqué ambas mejillas.
–¡Ahg!
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Cuando te tengo a mi lado...
Fanfiction____ creyó que tuvo todo lo que siempre deseó hasta que conoció a Midorima Shintaro.