–¿Sana? ¿Dónde demonios están los chicos del comité? ¡Los he buscado en todos los posibles lugares que me dijiste y no hay señal de ellos!
Sana miró al cielo con una medio sonrisa en los labios. Los fuegos estaban a punto de finalizar. Misión cumplida.
–¡Oh! Eso... ellos me dijeron ya hace 10 minutos que no te necesitaban más.
Rena no dijo nada. Giró camino al salón de clases casi botando humo por las fosas nasales.
Cuando le faltaba un piso para llegar al salón, los fuegos se detuvieron y ella maldijo. Sana había dañado todos sus planes. De todas formas subió; cuando vió lo que había en el salón sintió que se le revolvió el estómago. ____ tenía la cabeza apoyada en el hombro de Midorima, hablaban alegremente sobre algo que ella no distinguió. Tuvo el impulso de golpearla, pero no lo hizo. Sonrió de manera forzada.–¡Hola! ¡He vuelto! ¡Perdón por la demora!
Exclamó cerrando la puerta detrás de ella de un portazo. ___ se sobresaltó, Midorima se giró a verla ya no del mejor humor.
–¿Y ahora qué, Rena?
Le preguntó Midorima con suma seriedad. En el fondo sabía que el hecho de que estuviera más irritado de lo normal era porque había dañado la buena vibra del ambiente entre él y ___.
–Tú ya no tienes más trabajo, Midorima-kun. ___ debe quedarse a realizar la limpieza del aula, así que le recomiendo que se retire ese traje y se ponga algo más cómodo.
–¿Todo el salón por mi cuenta?
–Así es, ¿algún problema con eso?___ frunció el ceño, suprimiendo con todas sus fuerzas el impulso de quejarse y de armar la tercera guerra mundial. Tomó una gran bocanada de aire y suspiró profundamente.
–Ningún problema en absoluto.
A ___ se le bajaron las mangas de los hombros de nuevo en cuanto casi cae debido a que se tropezó con una caja.
–Tú traje revela tanto como lo que revela una zorra.
Casi le escupió Rena. Midorima se enojó.
–¿Quien se cree usted que es para tratar a otra persona de esa manera? Su comportamiento es tan infantil que llega a darme...
–¡Midorima!Lo interrumpió ___.
–Stay the hell out of it.
Le dijo secamente. Rena no entendió lo que le dijo, pues no sabía inglés en absoluto. ___ inhaló y exhaló y en cuestión de nada, ya se había girado, se había posicionado frente a Rena y le había propinado una fuerte cachetada. Rena se sobó el rostro impactada, pero no duró mucho en devolverle la cachetada, ____ la esquivo ágilmente pero si pudo tomarla del cabello y pegarle un buen jalón.
–¡¡¡_____!!! ¡¡¡¡¡Detente ahora!!!!!
Midorima le abrazó la cintura y la atrajo con fuerza hacia sí, con la mano libre intentó hacer a un lado a Rena.
–¡¡¡MALDITA PERRA!!!
Gritó Rena. ___ le lanzó una mirada cínica, con una sonrisa falsa, lo que hizo enojar a Rena todavía más.
–RENA, ¡SUÉLTALA AHORA!
Rena la soltó de inmediato, cohibida. Nadie le había gritado así jamás por lo que se echó unos cuantos pasos atrás. ___ seguía luchando para zafarse del agarre de Midorima pero era inútil. Midorima maniobró un poco y terminó alzándola en uno de sus hombros. Agarró las mochilas de ambos y salió del aula, no sin antes darle una de sus mirada más despectivas a Rena. ___ lo golpeaba repetidamente en la espalda, enojada.
–¿¿¡¡¡Y LUEGO ME PREGUNTAS QUE POR QUÉ NO LLEVO LAS COSAS COMO ADULTA!!!??
Midorima la ignoró y pensó en que sería mejor salir por la parte de atrás. Sería extraño que lo vieran alzándola de esa manera mientras ella gritaba a todo pulmón. Miro a todos los lados y salió por la parte de atrás del edificio con cuidado de que nadie los viera.
–¡BÁJAME YA!
–¡Cállate!
–¡Pero bájame!
–Cuando te calmes.Midorima siguió caminando hasta que llegó al bebedero, dejó los bolsos a un lado. ____ había dejado de patalear hace un momento y simplemente colgaba sin refutar por lo que Midorima decidió bajarla. ___ se apoyó en él una vez estuvo en el suelo, estaba mareada. Cuando recupero la compostura se quedó viendo a Midorima fijamente, él levantó una ceja, expectante.
–¿Qué quieres?
–Midorima, me gustas.
–¿Eh?
–¡Me gustas!Midorima quedó petrificado. ¿Cómo podía decir algo así de la nada?

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Cuando te tengo a mi lado...
Fanfiction____ creyó que tuvo todo lo que siempre deseó hasta que conoció a Midorima Shintaro.