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Agité la mano mientras veía a Damien marcharse y las puertas del ascensor cerrarse detrás de él.

–¿Qué pasa contigo?

Pregunté dirigiéndome a Midorima cruzada de brazos. Me agarró de las mejillas con una mano haciendo que le viese a los ojos y pegó su frente a la mía.

–Ese tipo no me agrada.

Me sonrojé hasta las orejas. Midorima a medida que pasaban los días se ponía más y más exigente. Le divertida ponerme incómoda.
¿Por qué no le agradaba alguien que acababa de conocer?

–No entiendo por qué.

Su nariz rozaba la mía y me estremecí debido a su cercanía. Era un hombre hipnotizante.
El sonido que anuncia las puertas del ascensor abriéndose me sobresaltó y entonces se incorporó y me soltó muy despacio.
Más tarde estaba abriendo la puerta de mi habitación e invitándole a pasar.

–¿Dónde te quedarás?

Pregunté sacando unos jugos de la neverita, para él y para mi. Le tiré el suyo sentándome en la cama, lo agarró con agilidad y se sentó en el pequeño mueble que había al lado del tocador.

–Aquí, Luciano me informó en donde se hospedarían. He venido con Harumi.

Asentí y miré extrañada la cama de al lado. ¿Dónde estará Luciano?
Dirigí la vista al tocador y me percaté de un post it. Me puse de pie y lo agarré. Tenía la letra de Luciano por lado y lado.

"Tomé tu habitación, Midorima-kun. Harumi dice que le viene mejor estar conmigo."
Y el otro lado:
"Te veré mañana a las 8 en recepción, querida. Portaos bien. xoxo."

Le tendí la pequeña nota a Midorima, quien leyó escandalizado su lado del papel. Abrí las puertas del armario, sorprendida de que la cosas de Luciano ya no estuvieran, pero si una pequeña bolsa de mano NIKE que no reconocí.

–Supongo que esto es tuyo.

Le dije señalando la bolsa dando risitas. El asintió y se rió.

–Que situación más... no sé ni cómo describirla.

Asentí. Estoy de acuerdo contigo.

Traté de leer sus pensamientos con todas mi fuerzas, basándome en sus expresiones, pero como siempre se mantenía inexpresivo.

–¿Por qué me miras así?

Preguntó sentándose en la cama que era de Luciano y cruzándose de piernas con naturalidad. Fruncí el ceño irritada ¿Por qué él lucia tan despreocupado y yo sentía que mi corazón iba a salirse desbocado?

–Creí que te molestarías, agarrarías tus cosas y te irías. Tu reacción es demasiado... pacífica.
–¿Acaso quieres que me moleste, agarre mis cosas y me vaya?
–... no.
–Bien. ¿Tienes sueño? Después de un día como este debes estar cansada.

Me fulminó con la mirada y me sobresalté un poco. Abrí la boca para preguntarle por qué se había puesto así de repente pero me detuvo y habló él primero.

–Lo del chico lo decía en serio, no me da buena espina.

Ahora soy yo quien te va a fulminar con la mirada.

–Ni siquiera le conoces.
–No necesito conocerlo para saber que no me agrada.
–¿Desde cuando eres tan celoso?
–¿Celoso?
–Sí, celoso.
–... No se trata solo de eso, ___.

Vaya, admitió que está celoso. Me reí y fui a sentarme a su lado. Recosté la cabeza en su hombro y lo tomé de la mano.

–No seas tan arisco. Tal vez te agrade... es algo parecido a Takao.
–Eso no ayuda en absoluto.

Suspiré, esto no nos va a llevar a ningún lado.

–Eres demasiado orgulloso.
–Tú también.
–Jeje, lo sé.

Tomó mi mentón y me hizo verlo a la cara. Y ahí vamos otra vez.

–Luego no digas que no te lo advertí.

Musitó refiriéndose de nuevo a Damien.
No voy a dejar que haga lo que quiera conmigo de nuevo. Me abalancé sobre él haciendo que perdiera el equilibrio sobre la cama.

–¿Qué demo...?

Me removí para sacar la colcha y arroparme con ella y le abracé fuerte. No dijo nada.

–Deja de jugar conmigo.

Me quejé metiendo la cara entre su cuello y sus hombros, llenándome de su aroma.

–Lo siento, es divertido.

Me abrazó por la cintura risueño.

–A mi no me da gracia.
–A mi sí. ¡No te quedes con toda la colcha!

Cogió un borde y también se tapó, me acurruqué a su lado.

–¿Y esto no te molesta?
–No. ¿Quieres que me moleste?
–No. Estás muy raro últimamente.
–Tú también.
–Te quiero.

Hubo un par de segundos de silencio y cerré los ojos.

–Yo también... te quiero.

Sonreí y le abracé más fuerte.
Me gusta mucho tenerte a mi lado.

Cuando te tengo a mi lado...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora