CAP 30. La típica fiesta

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ฅ^•ﻌ•^ฅ

-¡Te ves preciosa!-chilla Sarah haciendo que haga una mueca porque casi me rompe el tímpano.

Después de todo, como siempre, me tranquilicé (claro, rompí unas cuantas cosa más en el proceso). Esperé a que los chicos se vayan y las llamé para contarles lo que había sucedido, omitiendo algunos detalles, obviamente.

Al principio se decepcionaron pues no había forma de que pudiera ir sin que Gerard se cabreara más.
Pero como siempre, Sarah, dijo que era lo mejor que pudo haber pasado y yo sentí ganas de golpearla. Antes de que pudiera siquiera lanzarle esa, ESA mirada, explicó que si mis hermanastros pensaban que no iría, entonces la demás personas se enterarían puesto que ellos son los más populares del tuto. Diablos ¿De donde saqué esa palabra? Ah, da igual, como decía, en el tuto, ay, suena gracioso, es como Tito, o tuti ¡Bueno ya! En la cárcel en la que nos encierran para aprender cosas que nos interesan, a menos que sea en mi caso, defensa personal, supervivencia, o como no matar gente, los grupos no están tan marcados como en otros, o sea, se que mis hermanastros-y por lo tanto yo- son los más populares porque son los que tienen más seguidores en Twitter. ¿Estúpido verdad? Lo qué creo, es que como no son los típicos bravucones busca pleitos, la cárcel en cierto modo está en paz. Para sobrevivir ahí solo tienes que saber unas cuantas cosas:

Número uno: Si eres chica, nunca, nunca, nunca te enamores de Frank Iero. Claro, si sabes a lo que vas, pues allá tú, pero no creas que serás la chica especial. Cero ilusiones por favor. Vivo con él, lo he escuchado hablar con los otros en sus pláticas de hombres, en serio que no tiene caso.

Número dos: ¿Quieres formar parte del grupo popular de las chicas? Ser porrista no basta aquí cielo, pues hasta dentro de las porristas hay sus niveles. El primero está encabezado por Las cats. Y no creas que entrarás, sólo son ellas dos. No más. El segundo, son esas amigas compañeras, sepa la fregada, de Sarah. Ahí puede que tengas más posibilidades, si eres bonita, pero no más que ellas.

Número tres: Los hermanastros te harán a un lado de una manera medianamente cortés. Excepto Frank Iero (favor de regresar al punto número uno si hay alguna duda) y Gerard Way, en verdad es la persona más mal educada que conozco. Así que sí no eres Casidy, ni te le acerques.

Pienso que me está mintiendo con lo de Casidy, a pesar de lo que me dijo, ya van varias veces que lo veo mirándola como idiota. Si tanto le duele, que regrese con ella y se ahorra mucho drama.

Y la última pero no por eso menos importante, la regla número cuatro: Nunca, nunca, pero nunca de los nuncas le quites los audífonos mientras escucha música, le hables si los trae puestos, te acerques a diez centímetros o respires cerca de ella cuando tenga cara de demonio enjaulado con hambre. Y con ella me refiero a Taylor Simmons. Sip, a mi.
Eso incluye a mis amigos (para que vean que tan jodida está la cosa).

Sigan esas reglas y no terminarán con:

1.- el corazón roto.
2.- llorando en el baño.
3.-la dignidad en la basura.
O 4.- las tripas por fuera.

-A ver-camino para pararme de frente al espejo de cuerpo completo de Sarah-me siento.. Ammm, no encuentro las palabras.

-¿distinta? ¿preciosa? ¿divina? ¿linda?

Sacudo la cabeza negativamente. Diablos no. O sea sí, pero también.. -Me siento, gay-digo insegura.

-¡Pero ni siquiera eres hombre!-explota haciéndome reír.

-Lo se-digo entre risas-. Sólo bromeo. La verdad es que si me siento bastante extraña. Al menos me cubre las piernas-hago una mueca-. No es que no me haya depilado pero me alegra que me cubra las piernas.

Odio todo de ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora