''Capítulo 1''

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Por Ren:

JR y yo, regresabamos de una armoniosa cena en compañía de nuestros amigos y familiares: MinHyun, Aron, BaekHo, Jasón, Nana y MinSeok. Por fin les habíamos dado la noticia, la noticia de nuestro compromiso. Todos parecían felices y emocionados con la idea. Nada parecía arruinar nuestra felicidad. Ni siquiera el celoso de mi hermano.

Al llegar a casa, decidí darme un baño, mientras que JR charlaba con su jefe por teléfono. Estaba tan feliz, dentro de unos meses más, me convertiría en el señor de Kim. Incluso, ya tenemos todo planeado, será una ceremonia pequeña pero, muy romántica. Solo faltaban algunos detalles, por ejemplo, darles la noticia a nuestros padres.

Sabía de sobra que mis padres estarían de acuerdo, ya que ellos estaban al tanto de mi relación con JR. Pero, la madre de JR... ella era una mujer muy diferente, con mucho dinero y clase. Mejor dicho, una homofóbica empedernida. Sabíamos que darle la noticia no sería nada sencillo. No queríamos ni imaginar cual sería su reacción.

¿Mi amor?—llamó JR, entrando a la habitación.

Estoy en el baño.—dije, terminándome de envolver en la toalla, cepillando un poco mi húmedo cabello.

¿Ya terminaste?—preguntó entrando al baño, abrazándome por la espalda y depositando un cálido beso en mi cuello.

Sí, ahora solo quiero irme a dormir.—respondí, dandome la vuelta y abrazandole por el cuello. Besándole tiernamente en los labios.

¿Podrías esperarme? Prometo no tardarme.—dijo con un divertido puchero. Realmente no le salen tan bien como a mí.

Esta bien, pero date prisa, me muero de sueño.—mencioné, antes de volverle a besar. Posteriormente regresé a la habitación, dejándome caer sobre la cama con los brazos extendidos.

Lentamente cerré los ojos, escuchando el agua de la ducha caer. Unos minutos más tarde, estaba a punto de quedarme dormido cuando, de pronto, sentí unos labios comenzar a tirar de los míos. No dudé en corresponder a esos deliciosos besos que tanto me gustaban.

JR.—gemí al sentir sus labios succionar la piel de mi cuello y hombros. Posiblemente dejándome unas cuantas marcas pero, sin importarme demasiado. Sabía de sobra que era suyo, solo suyo, tanto como él era mío. O eso pensaba en aquel momento.

Te amo.—gimió esta vez JR, justo antes de tirar de mis pezones con sus dientes. Pellizcándolos unas cuantas veces.

Y lo sentí quitarme la toalla, acariciando lenta y suavemente mis piernas, separándolas y haciéndose en medio de ellas. En ese momento pude percatarme de su desnudes, al igual que la mía. Nuestros cuerpos aún húmedos por el agua pero, calientes de deseo. Y pensábamos continuar, cuando el teléfono de JR comenzó a sonar.

¿Quién será?—preguntó JR sin dejarme de acariciar y besar.

No lo sé pero, contesta, podría ser importante.—respondí, viéndole fruncir el ceño antes de levantarse. De haber sabido lo que me esperaba después de aquella llamada, jamás le habría insistido a JR en contestar.

¿Omma?—contestó JR en tono de incertidumbre. Entonces era su madre. ¿Qué querría a tan altas horas de la noche?

Pasaron algunos minutos, tal vez unos diez, hasta que JR regresó. Desplomándose a mi lado.

¿Era ella, cierto?—pregunté, mordiéndome el labio inferior con nerviosismo.

Sí...—respondió soltando un largo suspiro.

¿Y qué quería?—volví a preguntar, ahora con algo de curiosidad.

Quiere que vaya a verla, aunque sea unos días.—explicó un tanto raro. Parecía preocupado.

¿Y qué piensas hacer?—pregunté de nuevo, situándome sobre él y dibujando pequeños corazones en su pecho. Además de dejar unos cuantos besos en ellos.

No lo sé, tengo un mal presentimiento de todo esto. Algo me dice que no vaya.—dijo, llevando sus manos a mi trasero, manoseándolo a su antojo.

Es tu madre, es normal que te extrañe. Deberías ir.—dije con el ceño fruncido. Si me ponía en el lugar de la señora Kim, podía entender su necesidad por ver a su único hijo.—Además, ¿Qué podría pasar? Solo serán unos días. Incluso podrías darle la noticia de nuestra boda.

¿Y si no le agrada la idea, y si se opone?—preguntó nervioso. Tanto como lo estaba yo.

Sabes que lo más probable es que eso pase, así que no hay nada que perder, cariño.—respondí con una leve sonrisa. Una con la que intentaba calmar sus nervios.

De verdad, no sé que haría sin ti.—comentó, dándonos la vuelta, quedando ahora él sobre mí.

Yo sí, te volverías loco.—mencioné divertido, tirando de sus labios.

Tienes razón, me volvería loco pero, loco de deseo.—repitió, besándome apasionadamente. La lujuría y la excitación corriendo por nuestras venas.

Sin más, retomó su lugar en medio de mis piernas, chocando nuestras pelvis.

¡Ah!—gemí al mismo tiempo que JR, con nuestros penes totalmente erectos.

JR, te necesito.—volví a gemir, completamente desesperado. Sintiendo a mi cuerpo pedirle a gritos, queriendo ser uno solo con mi sexy prometido.

De la nada, JR recogió mis piernas, haciéndose con mi zona más privada. Lamiéndola de una forma pervertida, una que me hacía estremecer de pies a cabeza. Amaba cuando se tomaba todos esos detalles, dispuesto hacerme sentir el mayor de los placeres.

Continuó haciendo aquello por unos segundos más hasta que, sentí como mi miembro se corría sobre mi estómago, llenándome de mis propios fluidos. No me gusta admitirlo, pero JR tiene cierto dominio sobre mí, o mejor dicho, sobre mi cuerpo.

Debiste esperarme, ahora tendré que castigarte.—susurró JR en mi oído antes de llevar su miembro a mi trasero. Enterrándolo a la primera, haciéndome gritar y enterrar las uñas en las sabanas. Resonando nuestras agitadas respiraciones por toda la habitación.

¡Ahh!—volví a gemir cuando le sentí moverse, entrando y saliendo, chocando sus testículos con mis nalgas. El placer era sencillamente indescriptible.—Más, más rápido.

Como gustes, pero no te quejes si mañana no te puedes sentar.—indicó, aumentando la fuerza y velocidad en sus embestidas. 

M-me, me vengo.—gemí una última vez, sientiendo a mi miembro volverse a correr. Esta vez llenando parte del abdomen de JR.

Y-yo también.—gimió JR antes de correrse en mi interior, sintiendo su caliente semen derramarse por mis nalgas.—Te amo, Ren.

Y yo te amo más, mi salvaje dinosaurio.—mencioné, acomodándome en mi lugar para dormir, justo al lado derecho de la cama. Sintiendo mi cuerpo y caderas desechas.

JR no tardo en acostarse a mi lado, cubriendome con las sábanas y, por último, abrazándome por la cintura. Y tras un corto beso, no tardamos mucho en quedarnos completamente dormidos.

''En mis recuerdos''Donde viven las historias. Descúbrelo ahora