Love is Just a Game

Cap. 46: "Los Encuentros"

Sus teorías sobre lo que está haciendo Blaine son muy interesantes. Aquí tienen el siguiente capítulo de ésta maratón. ¿Descubrirán lo que estuvo haciendo en ausencia de Kurt?

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CAPÍTULO 46:

"Los Encuentros"

El modelo lo observaba fijamente, esbozando una gran sonrisa. - ¿Qué haces para estar cada vez más hermoso?

Kurt le dio una mirada despectiva y se dio la vuelta sin pronunciar ni una palabra.

- No me dejes hablando solo. - Lo tomó del brazo.

- ¡Suéltame! - Se zafó del agarre.

- ¿Por qué tan arisco?

- ¿Qué quieres?

- Hablar.

- No tengo nada que hablar contigo.

- No te pongas así. Sólo una pequeña plática, por los viejos tiempos. - Le recorrió con sus dedos un brazo.

- ¡No me toques!

- Es curioso como antes no decías eso.

- Eres un idiota. - Se dio la vuelta y caminó a paso veloz.

- Lo siento. - Fue tras él. - No lo dije con mala intención. Era más una evocación al pasado y lo mucho que disfrutábamos estar juntos. Hacer el amor contigo siempre fue asombroso.

- ¡Cállate! - Exclamó sin voltear a verlo.

- Luces tan bien con ese pantalón ajustado... Y pensar que conozco cada rincón de tu cuerpo y tuve la dicha de...

Kurt se detuvo automáticamente y giró, dándole una mirada asesina. - ¡Te dije que te calles!

- Estoy seguro que fue el destino que nos juntó aquí. Tú y yo...

- Tú y yo nada. No metas al destino, esto no es más que una desafortunada coincidencia.

- Recuerdo que creías en el destino.

- Lo hago. El destino te lleva con la persona que nació para ti y para la que naciste.

- Así es. Por eso te lo digo. Es tan obvio que...

- La vida me llevó hacia la persona con la que estoy destinado a compartir y disfrutar cada día hasta envejecer juntos.

- Correcto, aquí estamos después de todo el tiempo que ha pasado, y podemos decir que...

- No podemos nada. Entiende lo que dije, ya encontré a esa persona, a mi alma gemela, y estoy comprometido con ella.

Los ojos marrones viajaron velozmente hacia la mano del castaño, notando por primera vez el anillo que éste llevaba en su dedo.

- ¿Es una broma? ¡No puedes estar comprometido! - Lo sujetó de ambos brazos. - Yo te amo. No he podido olvidarte.

- Te dije que no me tocaras. - Lo empujó para que lo soltase.

- Kurt, mi amor...

- No me llames así. Sólo hay una persona que puede hacerlo, y no eres tú.

- Pero bebé...

- No soy nada tuyo. Grábatelo muy bien.

- Fuimos tan felices juntos, lo sabes. Nuestra relación era mágica.

- Pues fuiste tú mismo quien se encargó de acabar con esa magia.

- No es así, yo...

- Tú metiste a una persona en tu cama, luego me lo restregaste en la cara. Tú me dijiste que no servía como novio y que necesitabas a alguien que te diera lo que yo no. Tú te besaste y manoseaste con tu amante frente a mí para humillarme en el trabajo. ¿Quieres que siga?