Dangerously

Capítulo 4

Me acosté en mi cama ya Keiji y sus padres se habían ido, todo resulto bien ahora son socios y al parecer , los padres de Keiji se van para Japón de nuevo. Cuando cante la canción recordé un poco a mi madre, ella me enseño todas esas canciones y a hablar español, esa película salió el mismo año en que ella murió, todos los días la recuerdo, al principio cuando ella murió tenia miedo de olvidar, de no recordar su cara pero recuerdo cada rasgo de su hermosa cara. Mi mamá tenía un hermoso cabello castaño, sus ojos eran azules y me gustaba imaginar de pequeña que tenía un pequeño pedacito de cielo en ella; sus labios siempre rosados antes de su enfermedad y esa sonrisa que me decía que todo estaría bien, y tenia razón todo iba a mejorar. La recuerdo siempre bailando por toda la casa y animada como nadie, cuando supimos que tenia cáncer el mundo se me vino al piso y sentía que quería morir, pero no podía mostrarle una actitud así a ella, ya era muy difícil para ella el tener cáncer, fui fuerte por las dos y afronte lo que tenia por delante. La última vez que le cante sabía que se iba a ir de mi lado, estuve con ella hasta su último aliento y se que tuvo paz en cuanto me vine con mi papá.

Mi madre se murió y todo lo que tenia se fue, llore todo lo que quería llorar y había retenido por ella, quede en la calle viviendo en una casa del árbol abandonada. Vivía de mi voz ya que cantaba en las calles para poder comer, hasta que llego Jason Bennet y me salvo, el héroe que siempre espere de chica había llegado cuando más lo necesitaba.

-¡Otra vez no! Meredith despierta.-Dijo Cecilia un poco fuerte, yo me levante rápido y vi la hora, como siempre tarde, mientras cepillaba mis dientes Ceci elegía la ropa que me iba a poner.

Salí lo más rápido del baño y me puse lo que Ceci había escogido para mí, se basaba en unos shorts corte alto y un top floreado, combinado con unos tacones marrones y mis lentes de sol. Baje lo más rápido que pude y me senté a desayunar, comí súper rápido, que casi me ahogo y agarre una manzana y me monte en mi auto, solo esperaba que no hubiera mucho tráfico.

Estúpido tráfico de mierda, además que estoy llegando tarde el tráfico no ayuda en nada y lo peor es que me toca matemáticas y tengo que estar pendiente de la clase porque no se me dan bien los números en muchas ocasiones, pero no, la gente se antojó de salir todos a la misma hora que yo. Vi mi reloj y maldije de nuevo, eran las 10:58am y la clase era a las once, no me iba a dar tiempo a menos que pudiera teletransportarme al salón de clases y por el momento eso no era posible, aunque no estaría mal.

Luego de más o menos media hora logre llegar a la universidad, corrí como si de mi vida dependiera y leí el aviso que había en la puerta del salón donde vería clases, quería llorar.

Si la puerta está cerrada, llegas tarde (No toques).

Realmente odiaba manejar, era buena haciéndolo pero odiaba el tráfico y esperar en una fila interminable porque solían hacerse todo el tiempo. Decidí escribirle a Stella mientras me sentaba en el piso de la universidad.

Yo: Llegue tarde por el maldito tráfico y perdí la clase de matemática D:

Stella la mejor: ¿Qué es ese vocabulario estirada? El grinch se ahogaría en su café si te escuchara.

Yo reí, el grinch era el apodo que le habíamos puesto a nuestra profesora de protocolo de sociedad que nos enseñaba prácticamente a Stella y a mi sorbe el comportamiento ante la sociedad y toda esa mierda.

Yo: Tenlo por seguro, ahora estoy aburrida y no tengo quien hablar. Enserio necesito conseguir más amigos.

Stella la mejor: ¿Qué? ¿Acaso no soy lo suficiente buena para la señorita estirada? Me lastimas.

Sonreí y levante la cabeza al sentir un olor a cigarrillo que realmente me molestaba, vi a un chico que sin duda alguna era el de ayer mirándome fijamente, yo lo ignore y seguí texteando a Stella.