Stella me esperaba en la entrada del edificio, yo la abrace, y luego me miro.
-Voldemort murió.-Dijo sorbiendo por su nariz, yo reí, y ella me acompaño, subimos las escaleras.-Explícame que paso y porque usamos esa vieja excusa del perro muerto.-Pregunto Stella cuando estábamos en su puerta, yo mire la de Peter.-El no está salió unos minutos después que me llamaste, ahora cuéntame.-Dijo abriendo la puerta y entrando, yo la acompañe y me senté en el mueble, ella se sentó junto a mí.
-Okey.-Dije, le conté todo, lo de Peter y su casa, las citas y mi beso con Ian.
-Wow, parece como si me hubiera ido un año en vez de una semana.-Dijo impresionada.-Entonces cuando Ian te beso, ¿no sentiste nada?-Yo negué con la cabeza, ella abrió los ojos y yo mordí mi labio.
-Ósea besa bien, es tan dulce conmigo...
-Pero no sentiste nada.-Dijo Stella, yo negué.-Y Peter no te ha besado.-Yo negué con la cabeza pero, recordé la vez que me fui de su apartamento.
-Quizás fui mi imaginación.-Dije en voz alta algo que lamente, porque Stella me escucho.
-¿Qué cosa?-Suspire.
-Cuando me iba de su casa, el agarro mi mano y casi puedo jurar que me dio un cortico beso.-Dije cerrando un ojo y haciendo una muestra de que fue pequeño con mi pulgar e índice.-Pero tuvo que ser mi imaginación, porque cuando abrí los ojos había cerrado la puerta.
-Bueno quizás fue real, pero ¿Que sentiste? cuando estuvo a punto de besarte en el auto y en el estacionamiento.-Pregunto Stella mirándome, yo me ruborice y mire a otro lado.
-Unos putos elefantes bailando twerk en mi estómago y mi corazón acelerado.-Dije tocando mi pecho, mire a Stella y ella estaba sonriendo.
-Meredith te gusta Peter.-Dijo Stella como si fuera obvio, yo fruncí el ceño y negué.
-No, solo es atractivo pero, él no me gusta, no me puede gustar.-Dije cerrando los ojos y acostándome en el sofá, Stella rio y se puso a mi lado, sentada en el piso.
-Te gusta Meredith, ¿Por qué no te puede gustar?-Pregunto Stella acariciando mi cabello, la mire a través del cabello que me puso en la cara.
-Porque siento que me oculta algo, que hay una razón por la cual no quiere besarme, o no puede, siento que me miente.-Dije sentándome de nuevo.-Sabes la otra vez intente jugarme con él y le pregunte quien era realmente, y se puso nervioso y a la defensiva, y lo escuche hablando con alguien diciéndole que ella estaba con él y no iba a suceder, y créeme cuando te digo que no había mas nadie en su apartamento además de él y yo.-Dije mirándola.-Creo que me estoy volviendo loca.-Dije negando con la cabeza.
-Quizás solo malinterpretaste las cosas, o quizás es un espía.-Dijo Stella con suspenso, yo enarque una ceja y comencé a reír junto a ella, sí, se inventó una novela en su cabecita la pobre.-Si, creo que la primera opción es más razonable.-Yo asentí, y recordé lo de Antonio, me sentí mal por no poder decírselo pero, en cuanto lo rescataran lo iba a traer aquí.
-Sí, bueno mi papa le va a pedir matrimonio a Cecilia.-Dije emocionada, Stella grito de emoción, yo reí.
-Aleluya, seria justicia.-Dijo mirando al techo, yo reí.-En el retiro me encontré con un chico, era muy guapo, nos acostamos.-Dijo Stella mirándome sádica, yo la mire con miedo pero, su cara cambio al instante por una triste, se sentó en el sofá y yo me senté junto a ella.-Sé que sonara feo pero, cuando me acosté con ese chico pensé en Antonio, sabes no recuerdo ni siquiera el nombre del chico, extraño mucho a Antonio y trato de olvidarlo teniendo sexo con otros, me estoy volviendo loca, lo veo en mis sueños, sé que lo que estoy haciendo no está bien pero, no sé cómo afrontarlo.-Dijo llorando Stella, yo la abrace y me sentí muy mal por no decirle juro que en ese momento no sabía que decir o hacer, así que solo la abrace y acaricie su cabello, sabiendo que lo mejor que podía hacer era estar para ella, mi corazón se rompió, la mire y le limpie las lágrimas.
-Shh ya, todo va a estar bien, tienes que dejar eso, no puedes acostarte con cualquiera solo para tratar de afrontar lo mucho que extrañas a Antonio, yo te ayudare, puedes entrar en no sé ¿Natación? He leído que el agua ayuda mucho con el estrés y depresión, o también puedo enseñarte a tocar algún instrumento, sabes que tengo muchos, el yoga. Hay tantas formas de despejar tu mente.-Dije sonriéndole, ella respiro profundo y me sonrió.-Tu cuerpo es un templo, no cualquiera puede entrar ¿Si?-Stella asintió y yo le di un beso en la frente; escuche el timbre sonar, vi que Stella enarcaba una ceja, yo alce los hombros, ella se levantó y miro por la mirilla.
-Es Peter.-Dijo en un susurro, yo negué con la cabeza diciéndole que no abriera; ella sonrió picara y abrió la puerta, detrás de ella apareció Peter, yo agarre una revista y la abrí, actuando como si no lo hubiera visto.
-¿Me puedes regalar un poco de café? Es que tengo sueño pero tengo que estudiar, no suelo tomar café.-Dijo Peter, yo ni siquiera leía la revista.
-Sí, pasa.-Dijo paso por mi lado Stella.-Meredith tienes la revista al revés.-Yo me ruborice y la acomode, era cierto la tenía al revés, seguí leyendo lo que parecía una revista de moda.
-Hola Meredith.-Dijo Peter sentándose a mi lado, yo baje la revista y lo mire asombrado.
-Ah, hola Peter, no te había visto.-Dije mintiendo totalmente, escuche una risa proveniente de la cocina y yo cerré los ojos matando mentalmente a Stella.
-¿Tu no tendrías que estar en una cita con ese tal Ian?-Pregunto Peter mirándome, yo me ruborice y puse la revista en la mesa.
-Sí, es que...
-Es que Voldemort murió.-Dijo Stella apareciendo con una tacita, se la tendió a Peter; el me miraba con cara de pregunta.
-Sí, eso Voldemort murió y Stella me llamo.-Dije como si fuera lo más lógico del mundo.
-No entiendo, Voldemort murió, es el malo de Harry Potter.-Dijo Peter armando un rompecabezas en su hermosa cabeza, Dios Meredith ¿Qué dices?
-Aja.-Dije mirando a Stella para que me ayudara, ella no aguantaba las ganas de reír pero, la muy estúpida no aguanto y se partió de la risa, yo hice palmface y negué con la cabeza.-si será estúpida.
-Sigo sin entender.-Dijo Peter rascándose la cabeza, eso hiso que Stella riera aún más si eso era posible, se levantó, si, se había tirado al piso a reírse, mi mejor amiga era rara.
-Okey.-Dijo Stella limpiándose una lagrima, respiro y miro a Peter.-Meredith estaba en un apuro y pidió mi ayuda cuando la llame yo dije que Voldemort "mi perro" se había muerto.-Ella trataba de aguantar la risa mientras que yo me ruborizaba, Peter me miro serio.
-¿Se trató de sobrepasar contigo el tipo ese?-Pregunto molesto, yo negué.
-No, y se llama Ian. Es que...-Dije ruborizándome, Dios no le iba a decir que me había besado.
-Dime Meredith.-Dijo Peter yo mire a Stella, ella estaba disfrutando esto, y lo sabía por su sonrisa pícara.
-¡Esta bien! Me beso, Ian me beso y entre en pánico.-Dije, en verdad no había entrado en pánico pero, no iba a decir que no sentí la gran cosa; Peter cerro los ojos por un segundo y los volvió a abrir vi enojo en su mirada, pero sonrió.
-¿Tan mal besas cerebrito?-Dijo yo voltee los ojos y le di un golpe en el hombro.
-¿Quieres probar?-Pregunte mirándolo, Peter se ruborizo y yo me reí.-Solo bromeaba Ax.-Él se levantó y me despeino con su mano.
-Me tengo que ir a estudiar, nos vemos luego cerebrito. Chao Stella gracias.-Dijo Peter yéndose, cuando cerró la puerta Stella me miro con una sonrisa como la del gato de Alicia en el país de las maravillas.
-¡Dios! Los shippeo demasiado.-Dijo Stella, yo rodé los ojos.- ¡Son tan perfectos juntos!
-Deja eso Stella.-dije levantándome para tomar agua.
-Es que es verdad, se puso tan bravo cuando le dijiste que habías besado a Ian.-Dijo Stella sonriendo.

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Dangerously
Teen FictionMeredith luego de la muerte de su madre, es adoptada por Jason Bennet dueño de una de las importadoras de autos mas famosas del mundo, tiene una vida tranquila, aburrida y monótona. Hasta la llegada de una carta y un chico misterioso, haciendo su v...