Las clases habían terminado y luego de buscar a Stella en su universidad fuimos a su nuevo apartamento, me di cuenta con solo llegar al lugar, que era el mismo edificio donde vivía Peter; mi corazón por alguna razón desconocida comenzó a latir y mis manos comenzaron a sudar, no sabía que me pasaba pero, el solo pensar que me podría encontrar con Peter, me ponía los nervios de punta, quizás fui un poco dura al salir de su apartamento pero, en verdad había algo en el que me causaba curiosidad, desde el primer día que lo vi, cuando me tropecé con él pero, al mismo tiempo sentía que lo había visto antes en algún lugar, no sabía dónde pero, sabía que lo había visto. Entre con Stella y rogué no encontrármelo, no me lo encontré, entre al apartamento y al verlo, se parecía mucho al de Peter por excepción de que las paredes eran de un color turquesa claro y sus muebles beige, era muy lindo, había un lugar donde habían un collage de fotos de nosotras lo que me hizo sonreír.
-Sabía que te gustaría.-Dijo sonriéndome, la verdad es que nosotras tenemos mucho tiempo de amigas y aquí en este collage además de fotos, había recuerdos.-Ayúdame a cocinar estirada.
-Stella sabes que no se cocinar.-Dije haciendo puchero.
-Es hora de aprender, vamos a hacer pasta y albóndigas.-Dijo agarrando mi mano, me llevo a la cocina y me ofreció un delantal.-Quítate la chaqueta.-Yo mordí mi labio y negué no quería que viera en morado que tenía porque iba a enloquecer y sabía que cuando me quitara el maquillaje se iba a desmayar o algo parecido, si no es que no llamaba a la policía.
-Tengo frio.-Dije mintiendo, la verdad es no tenía frio pero, tampoco calor, así que no me quitaría la chaqueta, Stella se dio cuenta de que había algo raro en mí y me tomo distraída y bajo el cierre de mi chaqueta dejando a la vista la venda que me había puesto, de inmediato se mordió el labio y trato de ignorar la venda.
-Okey, lo primero que hay que hacer es poner a hervir agua, le pones sal un poco de aceite y especias para que quede rico.-Dijo llenando la olla y sonreí y me puse el delantal y empecé a buscar lo que ella había nombrado, agradecía que no haya dicho nada acerca de eso, pensé en Peter y el pequeño cosquilleo que tuve en la barriga cuando la toco, supuse que era por el dolor.
Me llamaron para decirme que tenían mi bolso con ropa abajo, Stella me dijo que no me podía acompañar, así que baje yo; Lucas estaba allí con mi bolso, Lucas era un señor que ha trabajado con mi padre desde siempre, también le tenía mucho cariño, bueno a todos los que trabajaban para mi padre en la casa les tenía cariño, ellos fueron los que me cuidaron cuando mi padre me adopto; Lucas me entrego el bolso y yo entre despidiéndome de él, mientras subía vi a Peter subir un poco más delante de mí y mi corazón dio un vuelco, mordí mi labio inferior y trate de no hacer mucho ruido, Stella dijo que la única desventaja de este edificio era que no tenía ascensor pero, agradecí, porque si lo hubiera me hubiera visto.
-Hola, desconocida.-Dijo deteniéndose, yo pegue un brinquito en la escalera, y cerré los ojo mientras ponía mi mano en mi corazón, me había asustado y ahora se reía, si, se estaba riendo de mí; lo mire con mala cara y eso solo hizo que Peter riera otra vez y con más fuerza.
-Me asustaste Peter.-Dije molesta, el miro mira cara lo que hizo que me ruborizara pero, gracias a que no había mucha luz no lo noto o eso creo yo, él puso su mano en la pared y vi que-e prendió la luz, vi que me miraba más detalladamente, lo que hizo que mi cara se pusiera roja de nuevo.
-Pintaste tus heridas.-Dijo mientras seguía subiendo, yo respire, no me di cuenta cuando había dejado de respirar y seguí subiendo las escaleras.-¿Qué haces aquí? ¿Vienes a visitarme cerebrito?-Dijo mirándome de nuevo, yo voltee los ojos mientras sonreía.
-No te creas tanto Peter, mi mejor amiga vive en el mismo edificio.-Dije mientras seguía subiendo, Peter rio y me volvió a mirar.
-No me creo tanto, lo soy cerebrito.-Dijo sonriendo, yo reí muy fuerte y el solo me miro sonriendo, no me di cuenta cuando habíamos llegado a su apartamento pero, yo estaba casi que tirada en el piso riéndome.
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Dangerously
Novela JuvenilMeredith luego de la muerte de su madre, es adoptada por Jason Bennet dueño de una de las importadoras de autos mas famosas del mundo, tiene una vida tranquila, aburrida y monótona. Hasta la llegada de una carta y un chico misterioso, haciendo su v...