Estaba nerviosa, Cecilia había elegido una linda ropa para mí, no sin antes regañarme, ya saben por decirle que me fuera a recoger en el apartamento de Stella cuando en realidad no vivo allí pero, le diría que no vivo allí en su tiempo, me iba a llevar Lucas y cuando llegara lo iba a llamar para que me buscara, sin que Peter me viera, no podía salir tan mal; estaba vestida con una falda un poco más arriba de las rodillas fucsia, con una blusa tejida blanca por dentro de la falda y una chaqueta de mezclilla y mis converse, Cecilia me estaba maquillando.
-Lista, ya le dije a tu papa.-Dijo emocionada, yo sonreí, le pedí que por favor le dijera ella, saben mi padre y Cecilia tienen algo pero, no sé exactamente que es, y mi padre no se podía resistir a los encantos de ella, no se podía negar si ella se lo decía y no iba a pelear mucho, me mire al espejo y me di cuenta que tenía puesto el labial que me puse aquel día, el que me había dicho Peter que me quedaba bien, le dije a Cecilia que si me podía cambiar el labial, era algo ridículo pero, no lo iba a usar estando con Ian, si soy estúpida, vi que eran las 6:50, así que me fui con Lucas al apartamento de Stella.
Rogaba no encontrarme con Peter, que Ian llegara a la hora, porque sería algo incómodo encontrarme con él, cuando llegue luego de despedirme de Lucas, vi la hora y eran las 7, mira a todos lados para ver si por ahí estaba Peter, respire cuando vi el auto de Ian; bajo del auto y luego de saludarnos nos subimos al auto, lo mire, su cabello ya no era azul, ahora era negro, llevaba una chaqueta de cuero y abajo una camiseta blanca.
-Tu cabello, ya no es azul.-Dije señalándolo, Ian rio y me miro.
-Mis amigos hicieron una apuesta y yo perdí, tenía que pasar una semana con el cabello azul, mi hermana compro un tinte que se quita con los días.-Yo asentí.-Cuéntame de ti ¿Estas en la universidad?-Yo asentí.-¿Qué estudias?
-Ciencias empresariales, ¿Y tú estudias en la universidad?
-No, hago un curso de chef.-Dijo, yo sonreí.
Llegamos y el abrió la puerta para que bajara, yo sonreí y baje, me encantaba los parques de diversiones.
-Estas linda.-Dijo mirándome, yo me ruborice.
-Gracias.-Dije.
Entramos al parque y lo primero que vi fue el carrusel, dirán que estoy los suficiente grande pero, amo montarme en los carruseles, junto a Ian me monte, daba vueltas yo reía y Ian solo me veía; fuimos a las sillas voladoras, Ian me regalo un algodón de azúcar y gano un peluche para mí, le dije que quería ir a la montaña rusa.
-¿Estas segura?-Dijo con algo de miedo, yo sonreí divertida y asentí, lo agarre de la mano y fuimos a hacer fila para montarnos.-Meredith hay otras atracciones puedo ganarte otro peluche si quieres.
-Tienes miedo.-Dije alzando las cejas, Ian negó.-Oh vamos, va a ser divertido.
-Está bien, yo soy un macho después de todo.-Dijo con voz grave y tocándose el pecho con fuerza, yo comencé a reír.
-Okey, ya es nuestro turno.-Dije subiéndome, Ian se sentó a mi lado no tan convencido.
Estaba muy emocionada, los carritos comenzaron a subir, nosotros estábamos al frente, subió lento pero, de repente comenzó más rápido, cuando llegamos arriba se quedó un rato arriba y pude ver todo el parque, bajo a una velocidad increíble escuche gritar a Ian algo como, nos vamos a morir, yo reí y alza los brazos cerrando los ojos, dio una vuelta y yo estaba disfrutando, Ian hubo un momento en el que no grito lo mire y estaba haciendo lo mismo que yo; tres vueltas después nos bajamos, respire y mira a Ian, estaba un poco pálido, yo sonreí.
-Bue... Bueno no fue tan malo.-Dijo tratando de actuar normal, yo reí.-No te burles, valió la pena sufrir, verte tan feliz. Vamos por aquí hay una pizzería, Te gusta la pizza ¿Verdad?-Dijo mirándome, yo sonreí y asentí, agarro mi mano y caminamos hasta dicha pizzería, dos días comiendo pizza, era algo asombroso pero, voy a engordar, voy a tener que empezar con mis ejercicios de auto defensa de nuevo, además de que los necesito, es para estar en forma.
Hablamos de muchas cosas, teníamos algunos gustos parecidos, en un momento me pareció ver a Peter pero, creo que solo era una jugada de mi imaginación, Ian era gracioso e inteligente, me pareció que era un desperdicio que no estudiara en la universidad sabia cosas que yo no, aunque me dijo que un día me iba a invitar a que probara como cocinaba, y me parecía bien, que hiciera lo que le gustara; trabajaba en el Starbucks para poder pagar el curso; realmente me la pase bien con él, aunque me ponía un poquito nerviosa a veces, y admito que quería un piercing como el del, me gustaba pero, no creo que mi padre le guste; cuando íbamos camino al apartamento le escribí un mensaje a Lucas diciéndole que me fuera a buscar; estábamos en un semáforo, mire a Ian y él me estaba mirando, yo sonreí tímida y me devolvió la sonrisa, esta era algo más segura, estábamos llegando.
-Gracias por lo de hoy, me la pase bien.-Dije cuando llegamos, el sonrió y salió a abrume la puerta.
-No me agradezcas, yo también me la pase bien espero que podamos repetirlo.-Dijo mientras yo salía, cuando salí lo mire.
-Sí, me gustaría.-Dije emocionada, él se acercó y me dio un beso en la mejilla, lo que hiso que me ruborizara.
-Nos vemos Meredith.-Dijo sonriendo mientras se montaba en su auto; yo mire mientras su auto se alejaba y cuando no lo pude ver, suspire, vi el auto y fui a acercarme pero, la voz de Peter me detuvo.
-Veo que llegaste.-Dijo serio, yo me voltee y lo mire, se veía enojado.
-¿Me viste antes?-Pregunte mirándolo, él asintió.
-¿Por qué no le diste la dirección de tu casa?-Yo voltee los ojos.
-Eso no te importa.-Dije dándome la vuelta para montarme en el auto con Lucas.
-Piensas que si sabe quién eres, solo se acercara a ti por tu dinero.-Yo me detuve y abrí los ojos, sentí presión en el pecho.-Como lo han hecho casi todos, porque eso es lo único que importa.-Sentí mis ojos ponerse brillantes, aun cuando le conté todo, me acerque a él; parecía que lo decía a propósito pero, me hirió mucho; era verdad nadie se acerca a mí con buenas intenciones, todos al darse cuenta de quién es mi padre, solo les importa cuando dinero tengo en el banco y eso era triste; me voltee y lo encare, aguante mis ganas de llorar.
-¿Es así Peter? ¿Tú te acercaste a mí por el dinero? Créeme no todos son iguales.-Dije dándome la vuelta de nuevo y caminando hacia el auto, Lucas había bajado y me veía con cara de preocupación, negué y el solo me abrió la puerta.
No sé qué se creía Peter como para hablarme así, sentí rabia e impotencia, no creí que el dijera eso, simplemente había dado en mi punto débil, no tenía a nadie y cuando por fin pude ser feliz, me di cuenta lo interesadas que pueden llegar a ser las personas, y sí, me dolió mas como me lo dijo que lo que dijo, por un momento, pensé que él se había acercado a mí por eso pero, era algo imposible, porque simplemente no me cuidaría y se preocupara, solo por el dinero.
Estaba con mi pijama leyendo, sentí sonar mi teléfono y al ver que era Peter lo ignore, creía que con lo que me dijo solo una llamada bastaría, que vaya a freír mono, volvió a sonar mi teléfono, voltee los ojos y lo puse en vibrador, seguí leyendo, él era bueno para cagarla enserio, y eso que yo creía que era experta en eso pero, no Peter en definitiva me gano, es que si hubiera un premio para quien es el mejor cegándola, la ganaría él; el teléfono no dejaba de vibrar y me cargaba loca pero, no iba a dar mi brazo a torcer, la cago que lo page, cerré el libro que estaba leyendo, o mejor dicho que trataba de leer, y apague mi teléfono, me acosté y cerré los ojos recordé, lo que paso hoy con Ian, era muy dulce conmigo y hacia todo lo posible por hacerme reír.Nota de autora: Este si es el ultimo, es un regalo.
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Nota de autora: Este si es el ultimo, un regalo; arriba una foto de Ian.
Regalame un voto si te gusto, y querrías que hiciera mas maratones de capítulos.
No leemos luego.
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Dangerously
Teen FictionMeredith luego de la muerte de su madre, es adoptada por Jason Bennet dueño de una de las importadoras de autos mas famosas del mundo, tiene una vida tranquila, aburrida y monótona. Hasta la llegada de una carta y un chico misterioso, haciendo su v...