Cuando termine mis historia de terror mire a las chicas, ellas me miraban con terror, y como no tenerlo, mi historia me había parado los pelos, no decíamos nada, solo nos mirábamos con miedo, sabia que había sido mala idea haber contado las historias que contamos, claro, si contar la de Stella, o por lo menos para mi y Pamela; Pamela nos miro y sonrió.
-Juguemos verdad o reto.-Dijo rompiendo el silencio, yo asentí y Stella hiso lo mismo.-Comienzo yo, a ver Stella.-Dijo mirándola.
*****
Habiamos hecho de todo y la ultima a la que le iba a poner reto era a mi.
-Te reto a que llames a Ian y le grites "me gustan las arepas fritas".-Dijo Stella, yo rei, la verdad era que me gustaban las arepas fritas, mi amor por ellas era tan grande, que enseñe a Stella a decir eso en español; Pamela fruncía el ceño; saque mi teléfono y marque el numero de Ian, al segundo tono me contesto.
-Hola bonita.-Saludo Ian, estaba en alta voz y se escuchaba ronco, lo había despertado.
-¿Te desperté?-Pregunte mordiendo mi labio.
-Si, pero no importa, ¿Qué paso?-Pregunto, yo cerré mis ojos, me sentí mal, pero ya no había vuelta atrás, además ya estaba despierto.
-Te quería decir algo que es muy importante para mi.-Dije seria, Stella le había explicado lo que tenia que hacer, junto a Stella aguantaban las ganas de reír, mientras yo me sentía mal por despertarlo, crueles.
-Dime.
-"ME GUSTAN LAS AREPAS FRITAAS".-Dije en español y gritando, escuche un silencio y luego una risa al otro lado de la línea, Stella y Pamela estaban tiradas en el piso riéndose, mientras yo mordía mis labios de vergüenza.
-No entendí lo que dijiste, pero ¿Qué pasa? ¿Bebiste alcohol?-Pregunto con un tono preocupado, esta vez fui yo la que reí.
-No Ian, estoy con mis amigas en una pijamada y me dijeron que tenia que decir eso.-Dije explicándole.-No estoy borracha, soy así de naturaleza.-Ian rió y yo sonreí.
-Ah bueno, me haba preocupado.-Dijo para luego soltar un bostezo.
-Siento despertarte, se que es tarde, pero teníamos un poco de miedo y para olvidar comenzamos a jugar.
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-¡OH VAMOS MEREDITH!-Alguien me galo de los pies y yo desperté, estaba durmiendo muy rico, mire a la responsable y Stella se estaba riendo mientras Pamela sufría por despertarme.-Al fin.-Dijo Pamela, acostándose en la cama.
-¿Qué paso?-Pregunte con voz adormilada, soñaba que había mucha comida a mi alrededor y mi favorita, también había chocolates, tortas y galletas.-Tenia el mejor sueño de mi vida.
-No me digas que volviste a soñar que estabas en un jardín de puro chocolate.-Dijo Stella mirándome, yo negué, vi la hora y me pare corriendo, Cecilia no estaba así que me cepille y bañe; al salir escogí mi ropa, me puse unos sweatpants grises junto a una franela blanca de tiritos y una sudadera, me maquille lo mas rápido posible y corrí agarrando la mano de Pamela, a Stella ya la llevaría Lucas, y ya comería algo después.
Entre al auto y luego de encenderlo empece a manejar rumbo a la universidad.
-Por eso te despertaba, vamos a llegar tarde a clases.-Dijo Pamela mientras se delineaba los ojos.-¡A que no adivinas!
-Dime.-Dije bostezando, me estaba dando hambre pero si me detenía a comprar algo no íbamos a llegar.
-Hoy voy a salir con la chica que te había comentado.-Dijo emocionada, yo sonreí y la mire.-Le di mi numero y hoy me llamo para que quedáramos después de clases.

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Dangerously
Fiksi RemajaMeredith luego de la muerte de su madre, es adoptada por Jason Bennet dueño de una de las importadoras de autos mas famosas del mundo, tiene una vida tranquila, aburrida y monótona. Hasta la llegada de una carta y un chico misterioso, haciendo su v...