Señas

373 40 92
                                    

Créditos a la respectiva
autora de la imagen
(me, je, Ich, yo). XD



















Llegamos al campamemto y nos adentramos en él. Esos chicos se comportaban igual que hacía una hora y media, como si nada de lo que pasó en el prado hubiera sido real.
Todos los equipos nos presentamos en filas indias; a cada soldado nos entregaron un pequeño trozo de pan con un poco de agua y unos cuantos frutos secos. Exacto, esa mísera comida era nuestro desayuno.
Obviamente devoramos los alimentos en tan sólo unos minutos. Después de eso, el equipo de exploración partió en busca de líneas enemigas. Por primera vez en meses, teníamos el día libre.

--Bon camarades, hoy estamos libres, ¿qué quieren hacer?

--Hum... No lo sé, ¿qué hacen ustedes en su tiempo libre normalmente?

--Puez, antez  de que Masitelalefini muriera nozotroz...

--Acordamos no mencionarlo de nouveau ¿recuerdas?

--Lo ziento.

--Esperen ¿quién es Masitelalefini?

--Que nombre, por Dios.

--No es nadie.

--¿Cómo puedez dezir que no ez nadie? ¡¿eh?! ¿acazo zeguiríaz vivo zi no fuera por él? erez tan dezagradezido.

--¡Y tú tan frío! ¡no fue mi culpa que esa grenade cayera sobre mí y no la viera!

--Aquí me huele a pasado traumático.

--Tú cállate, no es gracioso.

--No dije que lo fuera.

--Bien; lo- lo siento chicos ¿si? no era mi intención hacerlos pelear o...

--Oui, clair, quizá no era tuya la intención, ¿fue de Fliqpy?

--¿Yo qué? yo ni siquiera hablé.

¿A qué sabe la vida?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora