Libertad

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El ambiente era frío y oscuro, era como estar sobre algo blando y duro a la vez. Me sorprendí de poder mover mis extremidades.
¿Estaba muerto?
Empecé a estirar poco a poco mi brazo izquierdo para tratar de explorar a mi alrededor, pero en eso, escuché una voz lejana, muy lejana, pero clara.

¡Fliqpy!

Algo suave y cálido me envolvió; aquella sensación me era familiar por alguna razón, su calor corporal comenzó a invadir mi cuerpo. Las palabras continuaban saliendo muy cerca de mi oído.
Hice un esfuerzo magistral y abrí los ojos.

Lo primero que vi fue una cabellera verde, con una boina sobre la cabeza y unos brazos con chaqueta militar enrollándose en mi cuello.
Aquello era imposible, es imposible. ¿Acaso quien estaba abrazándome era...?

—¿F-Flip-py?

Aquí estoy, aquí estoy.

¿C-cómo?— Flippy se separó de .

Me miraba con unos ojos que nunca le había visto; estaban húmedos y rojos, como si hubiera estado llorando. Su semblante lucía como si hubiera recuperado algo que siempre estuvo perdido.

¡¡¿En qué estabas pensando maldito idiota hijo de... En qué diantres pensabas?!!

Wow, ¿desde cuándo hablas con ese lenguaje?

Tonto— volvió a abrazarme— acabas de volver y lo primero en que piensas es en mi lenguaje.

¿Volver?

Sí Fliqpy, volver— Sniffles entró por la puerta de lo que se podría llamar sótano.

¿A qué sabe la vida?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora