Pelirroja

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Han pasado unos meses desde que optamos este nuevo estilo de vida. Desde aquella vez nadie se atrevió a meterse con nosotros otra vez, pero tampoco fue nada sencillo para Flippy hacer amigos; supongo que la voz de lo ocurrido corrió entre los alumnos.

Era un día normal común y corriente en el salón de clases hasta que el profesor entró al aula y dió un anuncio.

-Buenos días niños, hoy tenemos una nueva compañera, espero que la reciban bien esta vez. Flaky, entra por favor.

La mirada de Flippy se posó en la entrada. Vimos cómo por esa puerta entraba una niña pequeña, lo primero en lo que me fijé cuando la fue en su hermosa, larga y alborotada cabellera roja; creo que Flippy y yo estábamos teniendo los mismos pensamientos por primera vez, ella era simplemente bella.

--Flaky, puedes tomar asiento junto a él-- nos señaló el maestro-- junto a Flippy.

La niña se acercó temerosa a nosotros con la mirada en el suelo. Se sentó en la silla de a lado, pero nadie dijo nada.

--Es bella, ¿no lo crees Flippy?

--Sí, ya lo creo.

En el receso Flippy me dijo que por favor, hiciera lo que hiciera, no saliera. Yo le pregunte por qué, pero aunque no me respondió supe la razón de inmediato: mi compañero estaba tratando de congeniar con la chica pelirroja.
Él se acercó a ella y se sentó en la misma mesa a su lado.

¿A qué sabe la vida?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora