Finalmente, la hora penitenciaria terminó. Yo me mantuve fuera durante todo ese tiempo; no podía dejar que Flippy tomara el control de nuevo, ¿y si algo salía mal? ¿y si ese tal Splendid trataba de golpearlo? Flippy no tiene ni idea sobre defensa personal.
Cuando salimos, el "héroe fallido" (apodo que con el que me gustó bautizarlo) me miró amenazadoramente, pero no hizo mas. Se dirigió a un árbol del patio de la escuela, allí estaba sentada Flaky. Fijé mi mirada en ellos, que hablaban sin moverse del lugar.
--¿Qué es lo que tramas? ¿no te fue suficiente la penitencia?
--No haré nada malo, sólo les recalcaré la lección.
Flippy no respondió a eso. No le tomé importancia.
Me encamine a donde estaba aquella absurda pareja. Cuando estuve lo suficiente cerca hablé, usando un tono de burla, tratando de sonar serio y a la vez sarcástico.
--Splendid ¿cierto?
--¿Qué quieres sabandija?
--Sólo quiero hablar con tu noviecita.
El peliazul iba a apartarme del lugar, pero Flaky se lo impidió.
--Déjalo que hable. Habla Flippy.
-- Quiero decirte que si vuelvo a ver que tratas mal a Flippy no tendré tanta consideración.
--Suenas patético, ni siquiera hablas en primera persona.
--¿Y quién dijo que estoy hablando de mí?-- me miró extrañada-- estoy hablando de Flippy, no de mí.
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¿A qué sabe la vida?
Fanfic''A veces me pregunto, ¿yo debería existir? porque quizá yo esté de sobra en esta vida, es decir, ¿quién pone a una persona a vivir dentro de la mente de otra? es algo confuso, y la verdad yo no lo entiendo...'' Esta narración se centra en el síndro...
