En plena noche como siempre, volví a despertar; ha pasado como una semana desde que me ví con Sniffles.
Me levanté de nuestra cama y me vestí con la intención de regresar a la casa de Sniffles; falta poco para la media noche, para nuestro cumpleaños, o el de Flippy mejor dicho, y se me ha ocurrido una idea algo descabellada, pero ese científico peliazul es de las personas que hacen cosas descabelladas, así que le pediré ayuda.
Al llegar a su casa me recibió de tal manera que pareciera que me estuviera esperando, estaba vestido con su bata científica y con zapatos elegantes, como acostumbra vestirse al salir.
—Fliqpy, me alegra que estés aquí.
—¿Cómo sabías que vendría?
—No sabía cuándo exactamente, pero sabía que volverías alguna noche de estas.
—...
—¿Qué te trae aquí esta noche?
—Estaba pensando... Si podrías ayudarme en algo.
—¿En qué?
—Va a sonar loco pero... Realmente me gustaría sorprender a Flippy con un regalo.
—Un regalo no se oye muy loco, ¿qué clase de regalo?
—¿Podrías... Separarnos?
—¡¿Separarlos?!
—Sí idiota, separarnos.
—¿Por qué querrías separarte de Flippy?
—No es por mí... Es por él.
—...
—Él me odia, yo lo sé, me lo ha dicho tantas veces, y quisiera que él viviera una vida normal. Aunque yo no pueda.
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¿A qué sabe la vida?
Fanfic''A veces me pregunto, ¿yo debería existir? porque quizá yo esté de sobra en esta vida, es decir, ¿quién pone a una persona a vivir dentro de la mente de otra? es algo confuso, y la verdad yo no lo entiendo...'' Esta narración se centra en el síndro...
