Asesinato

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Entonces... Aquí ¿nadie puede morir?

—Nop— respondía despreocupado el pelinaranja.

Supongo que sólo podemos morir de viejos ~jijijijiji~

¿Qué hay de nosotros?

¿Y que hay de nosotros?

—¿"Nosotros"?— los tres se veían confusos.

Digo, me refiero a mí.

—Supongo, por lo que me cuenta Sniffles que también; de hecho, si no mal recuerdo, él te encontró prácticamente muerto.

—¿Muerto?

¿Prácticamente?

Sí. Él me habló de que había recogido a alguien muy mal herido pero no le creí, pero parece que sí fue verdad después de todo.

—Oh, ya veo.

¿Crees que... El lugar donde estuvimos... Haya sido el cielo?

No lo sé.

Estábamos hablando sobre cómo era que las personas revivían en ese lugar; al parecer nosotros podemos hacerlo también.
Giggles y Mole se fueron a pasear por ahí en la ciudad, así que otra vez sólo quedamos Flippy, Handy y yo. Que tedioso.
Pero mientras ellos dos aún seguían discutiendo sobre el tema, llegó alguien mas a donde estábamos. Ya lo había visto antes.

...Y bueno, mejor pregúntale a Sniffles y...

—¡¡¡Handy!!!— la tercer persona saludó con un grito áspero.

¿Eh?

—¿Russell? ¿qué haces aquí?

—Nada, andando con mis patas de palo ¡rarr!

—De seguro recordarás a Flippy ¿no?

—Claro que lo recuerdo. A propósito, no sé si sea muy educado de mi parte, bueno, ¡qué se yo de educación! pero... ¿En qué lugares has peleado?

Eso ni siquiera debería importarle.

En todo el sur.

—Ah. ¿Qué compañía?

—En el W.A.R. journal.

—¡¿W.A.R. journal?!

—¿Enserio Flippy?— la cara de los dos jóvenes tomó un matiz extraño y algo tétrico.

¿A qué sabe la vida?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora