Verdades Ocultas (COMPLETA Y CORREGIDA)

Desconfiada

POV's Faith

Me encontraba en mi habitación junto a Mia. La estaba ayudando a adelantarse de todas las materias y deberes que teníamos y estábamos viendo en el año.

Mia puede tener la apariencia de una chica "tonta", pero en realidad es la mejor persona que puedas hallar y conocer. Y su cuerpo es, simplemente, espectacular.

Al igual que nosotros, tiene una mentalidad bastante madura para su edad. E incluso, ha salido con chicos mayores pero por "tres o cinco años" a ella.

Claro, en sus apariencias.

- Faith, estoy cansada. Que sea buena o que lo haya sido en mi antiguo instituto no significa que deba abusar en este. - Dejó caer su cabeza sobre las hojas y suspiró. Sonreí.

- Está bien, Mia. Tomémonos un descanso. - Me levanté del suelo, dirigiéndome a la puerta. - Iré por algo de comer; ya vuelvo.

Salí de mi habitación, cerrando la puerta al salir, bajando con rapidez las escaleras.

Al llegar al primer piso, una esencia y una voz bastante familiar y poco deseada para mí, inundó mis oídos y fosas nasales. Fruncí mi ceño, acercándome a paso lento a la cocina.

Mi boca cayó por el suelo al ver la escena: mi hermano se estaba besando con la postiza esa de Claire.

La ira, y malestar, que sentía por esa intrusa era tal, que quería ir y arrancarle los dientes, junto a las extensiones y, luego, mandarla a volar por el espacio para no ver su feo rostro nunca más.

La muy pendeja tenía una mano en el rostro de mi hermano mientras lo acercaba más a ella. Carraspeé un poco, viéndolos separarse con rapidez.

Ella me miró con sorna, limpiándose un poco el borde de sus labios, mientras que Colby bajaba su mirada, totalmente apenado. Zorra.

- Disculpen, sólo bajé por algo de comer. - Mis músculos se sentían tensos.

Me acerqué a la nevera y saqué dos cajitas de sangre, que para los humanos se ven como cajas de yogurth, y unas manzanas. No me pregunten cómo rayos hicieron mis padres para que se vieran así.

Al darme la vuelta, ambos me miraban expectantes.

- Por favor, no se detengan. Hagan como si no estuviese aquí. - Colby pasó una de sus manos por su cabello mientras la tonta sonreía.

Pasé por su lado, saliendo de ahí, dirigiéndome a las escaleras, pero antes de siquiera subir, sentí una mano en mi brazo. Suspiré con cansancio.

- Suéltame, Colby. Ve a terminar tus "deberes", porque eso creí que hacías. - Un suspiro resignado escapó de sus labios.

- Faith, no es lo que piensas. - Me giré, mirándolo con ganas de arrancarle las pelotas.

- ¿Y cómo sabes lo que pienso? - Dejó en blanco sus ojos, mirándome a los pocos segundos, como diciendo "¿en serio?".

- Leo tu mente, ¿recuerdas? - Asentí, golpeándome mentalmente por lo estúpida.

- Mira, Col, aunque pienses que soy estúpida o lo parezca, no lo soy, y eso fue un simple beso. Así que no diré nada. Tú verás a qué animal le entregas tus labios. - Frunció su ceño, soltándome con rapidez.

- Sube a tu habitación. - Levanté mis hombros como si no me importara, pero en realidad me moría de rabia.

Subí a mi habitación a paso rápido, entré y cerré la puerta con fuerza. Mia me miró en silencio, frunciendo su ceño.

- ¿Qué sucedió, Faith? - Negué en silencio, entregándole lo que había traído. - Faith, puedo sentir que algo te perturba.

- No es nada, Mia. Yo que soy tonta. - No le iba a decir de qué se trataba.